El arte contemporáneo invade Lyon
Como ya es habitual en los años impares desde 1991, el arte contemporáneo ha tomado Lyon, y desde hoy y durante los próximos cuatro meses la segunda metrópoli gala respirará al ritmo que marcarán decenas de artistas de todo el mundo convocados alrededor de un lema: la narrativa artística.
De ahí el título de esta XII edición de la Bienal lionesa de arte contemporáneo: "Entre tanto... bruscamente y a continuación".
Su comisario, Gunnar B. Kvaran, explicó en la presentación que uno de sus objetivos es mostrar "cómo los jóvenes artistas cuestionan la noción de la narrativa artística" y al mismo tiempo su manera de expresarse frente a la de creadores más veteranos.
Entre los artistas consagrados que figuran en la exposición internacional, el corazón de la bienal, destacan Erró, Jeff Koons y Yoko Ono.
La célebre viuda de John Lennon fue elegida por el comisario por su papel en los años sesenta como "artífice de la transformación del concepto de performances y happenings", y junto a la emblemática performance "Cut Piece", que realizó por primera vez en 1964 en Nueva York, expone "My mummy was beautiful" y "Summer dream".
Junto a estas figuras de renombre se encuentran un centenar de jóvenes nacidos en los ochenta, como Ian Cheng, Margaret Lee o Antoine Catala, cuyas obras se caracterizan por la influencia de internet y las nuevas tecnologías.
Catala, francés afincado en Nueva York, ha creado para la bienal una instalación dinámica que se divide en cuatro partes: "Île" (una isla cubierta por una constante bruma), "E.T" (un holograma del famoso extraterrestre de Spielberg), "Lune" (una imagen de la Luna en tres dimensiones) y "Foie" (un hígado conectado a un disco duro).
Leídas de manera seguida, las cuatro partes conforman el título de su obra: "Il était une fois..." ("Érase una vez...).
Su inspiración, según explicó a Efe el artista, partió de Google: "Buscamos una palabra y encontramos de todo, porque todas las imágenes están asociadas a palabras. Es algo mágico pero a la vez fantasmagórico".
La presencia española en la exposición internacional se resume a la joven artista bilbaína Laida Lertxundi, y a su película "The Room Called Heaven", rodada entre Texas y Nuevo México.
"El montaje es como un b-roll", afirma Lertxundi en referencia a las imágenes que quedan tras realizar la edición puramente narrativa y cuyo resultado refleja "la historia secundaria".
La artista, que vive y trabaja en California, buscó con este filme sin actores crear un espacio diegético, es decir, "jugar con el espacio de una historia sin desarrollar la trama", por lo que opina que su trabajo "encaja bien" en esta cita.
La exposición internacional, en la que exponen 77 artistas en 14.000 metros cuadrados, se exhibe en tres lugares emblemáticos de Lyon: La Sucrière, un antiguo almacén de azúcar en el embarcadero industrial del río Saona, el Museo de Arte Contemporáneo (MAC Lyon) y la Fundación Bullukian.
La Iglesia Saint-Just y la antigua sala de máquinas del hospital Antiquaille acogen este año también algunas obras.
La Bienal, que se celebra hasta el próximo 5 de enero, cuenta también con dos grandes programas paralelos, "Veduta", consagrado a los artistas no profesionales, y "Resonance", en el que participa una vasta red de galerías, instituciones y artistas locales.
"Veduta" se funde con la ciudad puesto que las exposiciones y los talleres de creación artística se desarrollan en edificios públicos, en la calle, en iglesias e incluso en casas de particulares ("Maisonvedutas), de más de 70 propietarios se han prestado a acoger alguna obra.
"Resonance" también hace de la bienal un evento omnipresente en la ciudad y se pueden encontrar exposiciones en los edificios más insospechados.
La nueva sede de la cadena de noticias europea Euronews, aún en construcción, acoge, por ejemplo, una muestra del Museo de Arte Moderno de París, "Le Palais de Tokyo", con obras de la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent.
