Una hoja de parra sobre Damien Hirst
"Hirst siempre tiene en consideración la mentalidad del lugar", aseguran desde la compañía del artista.
El artista Damien Hirst (Bristol, 1965) cuenta que la enseñanza que recibió en una escuela católica de Leeds, norte de Inglaterra, le influye al producir obras de arte, como también le marca el cine que contempla en la oscuridad. Estas dos fuentes de información convergen en la serie de esculturas 'Exquisite Pain' (Dolor exquisito) que reflejan el martirio del despellejado apóstol San Bartolomé. Las obras fueron labradas en bronce en el 2006 y mostraban al santo desollado, sosteniendo su propia piel sobre el brazo con los genitales descubiertos. En una mano, unas tijeras, al estilo del personaje cinematográfico 'Eduardo, manos tijeras'.
Con esta iconografía religiosa-cinematográfica Hirst quiere transmitir "la sensación de ultraje y violación de inocentes", según explicó él mismo en el 2006 en la primera presentación de 'Dolor exquisito' en los jardines de Chatsworth House, la mansión del duque de Devonshire, en el condado de Derbyshire, en el centro de Inglaterra. 'San Bartolomé', de más de dos metros de altura, forma parte estos días de la gran exposición de piezas del artista en el museo Al Riwaq, de Doha, capital de Catar, y allí el santo en bronce ha aparecido con una metálica hoja de higuera cubriendo sus genitales. El gusto de la mayoría de los visitantes cataríes no es de desnudos, órganos sexuales a la intemperie, pornografía o posturas insinuantes, aunque se trate de santos torturados arrancándoles la piel.
Una portavoz de Science, la compañía del artista, aclara que "Damien Hirst cuando expone en el extranjero siempre tiene en consideración la cultura y la mentalidad del lugar en el que se exhiben sus obras". El arte se adapta al gusto del consumidor. Y sí los genitales masculinos pueden ser ofensivos a los cataríes, pues se cubren con una hoja de higuera y tan campantes. La exposición 'Relics' (Reliquias) se presenta como la mayor muestra nunca hecha de la producción de Hirst, superando en número de obras la retrospectiva organizada en Tate Modern de Londres en el 2012. Lo que no lograrán en Catar, seguramente, es alcanzar el récord de visitantes que consiguió el museo Tate con 463.000 personas que pasaron por taquilla para ver la producción del artista.
Damien Hirst ha salido al paso de la controversia creada con la hoja de higuera de San Bartolomé y ha dicho que el añadido a la escultura lo hizo hace un par de años cuando fue exhibida en la Gagosian Gallery de Hong Kong para adaptar la obra al gusto de los coleccionistas chinos. El 'enfant' terrible del arte contemporáneo británico asegura que no es autocensura esconder el pene y los testículos de la escultura religiosa.
Los genitales de San Bartolomé no son los únicos polémicos en los museos de Catar, el pasado mes de abril, las autoridades museísticas se enzarzaron en una agria disputa con el ministerio de Cultura de Grecia a raíz del préstamo de un conjunto de esculturas clásicas (desnudas) para una exposición sobre los Juegos Olímpicos. En Catar quisieron cubrir con un velo los díscolos de la antigua Grecia, especialmente los que tenían los genitales intactos. La controversia acabó con el regreso de algunas esculturas a Atenas sin ser exhibidas, por indecentes, en el país que celebrará la Copa del Mundo de Fútbol de 2022.
La jequesa Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al-Thani, presidenta de la Autoridad Museística de Catar, hermana del actual jeque, e hija del que abdicó el pasado mes de junio, dispone de un presupuesto anual de entre 1.500 y 2.000 millones de euros para comprar arte, y ya ha adquirido varios trabajos de Hirst, entre ellos 'Lullaby spring', por 11 millones de euros. Uno de los famosos botiquines de píldoras de colores reflejadas sobre un espejo trasero. Las pastillas, como los famosos puntos coloreados, no provocan polémica en el pequeño país con el mayor PIB del mundo (88.000 dólares).
En la reciente feria Frieze de arte contemporáneo de Londres, la jequesa aseguró que la exposición de Hirst en Doha es un signo de que el arte contemporáneo occidental y el libre pensamiento han calado en Catar. La exposición 'Relics' está abierta al público del 10 de octubre al 22 de enero de 2014 en un gran edificio cuyo exterior ha sido pintado de los círculos de colores sobre blanco que constituyen una de las vitolas artísticas de Damien Hirst.