Sorolla bate su récord en Estados Unidos
Fue una puja muy reñida. Seis coleccionistas pelearon por hacerse con el lienzo. Buscando Mariscos. Playa de Valencia (imagen de apertura), de Joaquín Sorolla y Bastida, partía con un precio inicial de un millón de dólares. Se cerró en 4.869.000 dólares (3.699.000 euros).
La subasta, conducida por Sotheby’s en Nueva York el pasado 8 de noviembre, supone el precio más alto que se ha pagado por un cuadro del artista valenciano en Estados Unidos. Es el tercer remate en subasta más elevado de la historia del pintor y representa toda una declaración de principios. “Desde el momento que la tela llegó a nuestras oficinas el verano pasado sabíamos que iba a generar un enorme interés”, apunta Polly Sartori, miembro del departamento de pintura del siglo XIX de Sotheby’s. Poco a poco, Joaquín Sorolla ha ido dando el salto de ser un pintor casi exclusivamente nacional a contar para los grandes museos y coleccionistas de nuestro tiempo. Solo hay que ver la evolución de sus precios y la oferta de su obra. La propia Sotheby’s lleva tres lotes más a la venta a finales de mes.
En esa apreciación última también está ayudando la exposición que prepara el Museo Meadows de Dallas (Estados Unidos). El título es conciso y directo: Sorolla y América. La muestra, que se inaugura el próximo 13 de diciembre, analiza la relación entre Estados Unidos y el artista bajo la mirada de más de un centenar de piezas. Pinturas, bocetos, dibujos, escenas de playa, paisajes… Una nueva relectura de un pintor que siempre ha tenido audiencia en América. Sus exitosas exhibiciones en el país durante 1909 y 1911 ayudaron a cimentar esa reputación.
Sorolla y América se nutre de coleccionistas bien conocidos en el mundo del pintor español como Archer Huntington (fundador de The Hispanic Society) o el magnate Thomas Fortune Ryan así como de los préstamos de The Hispanic Society of America. La muestra, comisariada por Blanca Pons-Sorolla, la nieta mayor del artista, viajará al Museo de Arte de San Diego (30 de mayo al 26 de agosto de 2014) para después hacer parada en Madrid, en la Fundación Mapfre (23 de septiembre de 2014 al 11 de enero de 2015). Como sucedió con Dalí en el Museo Reina Sofía, será una de esas exposiciones de largas colas y esperas.