Burgos abre el más ambicioso Museo sobre la Evolución
La Reina Doña Sofía inauguró el martes la mayor apuesta cultural de Castilla y León. La colección reúne cientos de fósiles originales y tres décadas de investigaciones
Un sueño hecho realidad. Un hito histórico para Castilla y León. Un nuevo lugar para la reflexión sobre el pasado, el presente y el futuro. Son algunos de los calificativos que recibía el nuevo Museo de la Evolución Humana de Burgos, tras la apertura de sus puertas el pasado martes, en una inauguración presidida por la Reina Doña Sofía, quien no dejó de sorprenderse por el impresionante recinto, que se divide en cuatro plantas y que constituye un punto de ineludible asistencia para conocer nuestros orígenes más remotos. «Me siento parte del equipo», apuntaba a los codirectores la Reina mientras visitaba el impresionante Museo. De hecho, Atapuerca atesora toda la secuencia de especies homínidas y de humanos desde hace un millón de años hasta nuestra época. Del homo antecessor al sapiens, pasando por el neardenthal. Es decir, un lugar que espera recibir más de 300.000 visitas al año y que servirá para poner luz sobre las tres preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez: quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Ahora bien, no esperen visitar un centro de interpretación.
En el Museo de la Evolución Humana, en el centro de Burgos, Castilla y León ha invertido setenta millones de euros, con el fin de diseñar un espacio expositivo con más de seis mil metros cuadrados y con unos recursos adicionales que hablan de por sí de la grandiosidad del recinto. Sólo su párking dispone de 1.200 plazas para otros tantos vehículos.
El Museo constituye una antesala virtual de los yacimientos de Atapuerca. Ése fue el empeño con el que trabajó el arquitecto encargado del proyecto, Juan Navarro Baldeweg. El centro consta de cuatro prismas. El primero, referido a la Sierra de Atapuerca tal y como era hace medio millón de años. El prisma dos ofrece un paisaje similar al actual, aunque nos retrotrae a 350.000 años.
En el prisma tres, el homo heildelgergensis se localiza en un paisaje templado, más húmedo, en el que abundan las encinas, robles y brezos. Para concluir, el prisma cuatro muestra el entorno en el que se situó el homo antecessor, hace 850.000 años. Por plantas, un sótano recrea las condiciones naturales de la Sierra, del hábitat donde se producen los hallazgos. La Trinchera del Ferrocarril, la Sima del Elefante, la Sima de los Huesos o la Gran Dolina están presentes recreadas fidedignamente.
Allí se muestran piezas clave en la historia de Atapuerca, como la pelvis localizada en 1994, o el cráneo perteneciente a un homínido con medio millón de años, conocido como «Miguelón».
Un piso más arriba podemos profundizar en la teoría de la evolución, mientras que en la primera planta se ofrece la evolución cultural y tecnológica de la Humanidad. En la segunda planta, accedemos a ecosistemas de la evolución, con el objetivo de ofrecer al visitante más argumentos para ser respetuosos con el medio que nos rodea. Para comprometernos con eso que se denomina desarrollo sostenible y que siempre ha sido el respeto por el medio ambiente.
Atapuerca, sólo a un paso
El ambicioso Museo, que Doña Sofía visitó con enorme interés, dado sus conocimientos sobre arqueología, supondrá el paso previo y clave para adentrarse de lleno en la importancia del yacimiento más importante de Europa, el de Atapuerca, muy cerca de la capital burgalesa. El coste del acceso al centro museístico será de seis euros, diez si se acude a la conocida Sierra, para lo cual se han habilitado autobuses directos. El Museo de la Evolución Humana se encuentra en el antiguo Solar de Caballería, en el Paseo Sierra de Atapuerca de Burgos, un espacio céntrico de la capital burgalesa. Su horario de apertura será de 10:30 a 14:20 y de 16:30 a 20:30, de martes a viernes, y de 10 a 20 horas, durante los fines de semana y y las jornadas festivas.