El santuario del grafiti en Nueva York, pintado de blanco antes de su demolición
El dueño del mítico «5Pointz» de Queens, visitado y fotografiado por millones de visitantes y conocido «las Naciones Unidas del grafiti», va a construir apartamentos de lujo.
La esquina del distrito neoyorquino de Queens que, desbordante de grafiti, se denominó «5Pointz», ha sido tapada con pintura blanca, acabando con dos décadas de historia y con la disputa entre los artistas callejeros y el dueño de los edificios, que construirá allí apartamentos de lujo.
Aquella esquina de Queens, cerca del MoMA PS1 y dentro del barrio de Long Island City, era conocida como «las Naciones Unidas del grafiti» y permanecía como uno de los escasos reductos del arte callejero por excelencia, un símbolo de Nueva York como capital del talento «underground».
El valor artístico de este lugar, visitado y fotografiado por millones de turistas cada año, no era compartido por el dueño de los edificios desde 1971, Jerry Wolkoff, que quería construir apartamentos de lujo sobre aquella construcción abandonada y recientemente tuvo el permiso de un tribunal federal para empezar la demolición.
Un blanqueado clandestino.
Durante la noche del lunes al martes se realizaron las labores de «blanqueo» de la famosa pared de manera clandestina, y desde entonces no han cesado los actos de «luto» por la desaparición del lugar, uno de los puntos donde los grafiteros podían realizar su arte de manera legal.
Precisamente, había sido reivindicado por el grafitero más cotizado del momento, el británico Banksy, quien al terminar su mes de estancia en Nueva York se despidió diciendo «salvad 5Pointz».
Pero Wolkoff ha justificado esta acción asegurando que hubiese sido una «tortura» ver cómo demolían poco a poco estas obras, en declaraciones que recoge hoy el «New York Times», y además asegura que en la nueva construcción habilitará una pared para que los artistas vuelvan a pintar.
Epitafio.
En los últimos cuarenta años, el edificio que ahora será demolido había acogido a una empresa de accesorios para reproductores de música y diseño de carátulas de CDs, que se fue en 1990.
Después, Walkoff alquiló los estudios a distintos artistas que empezaron a utilizar las paredes del edificio como lienzo y las convirtieron en un lugar de referencia, hasta el punto de se era una especie de «museo del grafiti», que llegó a tener un comisario a partir de 2002.
Sin embargo, el pasado octubre, el Ayuntamiento aprobó el plan de demolición de Wolkoff y este mes un juez federal desestimó los argumentos del grupo «5Pointz» que luchó por preservar el espacio por su interés artístico.
Desde la página de Facebook, el grupo «Save 5Pointz» escribió a modo de epitafio: «Wolkoff, has herido a tanta gente hoy en nombre de tu codicia. No hay nada más que decir ahora».