Faros al ciberespacio y videojuegos como una forma de arte
El Congreso Iberoamericano de la Cultura consagra lo digital. Es hora de que Latinoamérica se una para afrontar el mundo dual.
Es hora de que Iberoamérica se una para afrontar el mundo digital. Es hora de poner faros en el ciberespacio. Es el momento de volver al origen: educación. Son tres de los mensajes surgidos en la primera jornada del V Congreso Iberoamericano de Cultura al que asisten más de mil personas interesadas en conocer no solo las últimas tendencias culturales en la era digital sino también las coordenadas que deberían regir en el mundo dual.
En medio de ellos, muchos de los 170 ponentes coinciden en que hay que reescribir gran parte del futuro pronosticado. Por ejemplo, las líneas referidas a que todo iba a ser igual, homogéneo y la imaginación se iba a ver mermada.
Los temores siguen latentes, pero según Frédéric Martel, investigador, sociólogo y autor del libro Cultura mainstream, lo local tiene un buen futuro en la Red. Las necesidades y deseos reales se imponen: “Todos usamos los soportes y las redes que conocemos, pero en cada nación y cultura es diferente”.
Una idea escenificada por la mitad de los 21 jóvenes emprendedores iberoamericanos cuyos proyectos tienen como base difundir y promocionar sus regiones en la Red. Buscan afianzar la identidad, hacer gala de su idiosincrasia.
Martel, en su conferencia La cultura en la era de la reproducción digital, abogó por establecer estrategias para defender la identificación lingüística y cultural. Además de una política común de la Unión Europea sobre la cultura digital que establezca unas coordenadas mínimas, desde la protección de la propiedad intelectual hasta la ordenada difusión y venta de los bienes culturales.
Ya en la inauguración del miércoles, Daniel Innerarity había planteado en su discurso varios puntos clave al afirmar que este es “un mundo de segunda mano”. Entre otras cosas, asegura, porque antes la gente conocía pocas cosas pero las conocía bien.
En cambio ahora se “goza del extraño privilegio de tener acceso a temas impensables y variados sin saber qué hacer verdaderamente. Más que una sociedad del conocimiento es del desconocimiento y la desinformación”.
El filósofo español, y autor del libro Un mundo de todos y de nadie. Piratas, riesgos y redes en el nuevo desorden global, cree que el exceso de información hace que la gente se libre de la reflexión y la capacidad de imaginar. Su mensaje: “Es más útil que alguien nos diga lo que no hay que hacer o ver. Saber lo que no hay que saber”.
José María Lasalle, secretario de Estado de Cultura, ha planteado que en este evento se pondrá en marcha un método de trabajo, “que consiste en reflexionar sobre las oportunidades futuras de potencial creativo y en el establecimiento de líneas de acción que fomenten el desarrollo de políticas comunes en toda la región iberoamericana”.
El videojuego ha confirmado su estatus cultural en Zaragoza. Porque además de entretenimiento integra todas las demás artes, según Faustino Diaz-Fortuny, subdirector general de Industrias culturales. “Es un momento interesante en el cual Latinoamérica juega un papel clave como punto de creación y de consumo”, concluía Fernando Vasconez, de la firma brasileña NDV Consulting LLC.
La jornada de hoy, la última, tendrá como invitados especiales a Hugh Forrest, director de SXSW Interactive (South By Southwest), con la conferencia Tendencias digitales: Impacto en el mundo de la cultura; y Molly Barton, directora general de estrategia digital de Penguin, con la ponencia titulada Industrias culturales y empresas tecnológicas: ¿Condenadas a entenderse?. Además del segundo conversatorio de ministros bajo el título: Una agenda cultura iberoamericana. Uno de los momentos más esperados será la premiación de los seis principales proyectos del concurso Emprende con cultura, en el que participan 21 personas de igual número de países, que correrá a cargo del Don Felipe Príncipe de Asturias.
Otros temas que se abordarán en las restantes nueves mesas redondas tienen que ver con los derechos de autor, nuevas formas de ver el cine, el futuro de los festivales de música, la prescripción en el mercado global del libro y los blogueros culturales como nuevos creadores de opinión en la Red.