Egipto recupera la estatua robada de la hermana de Tutankamón
La figura ha sido encontrada en la casa de uno de los empleados de una cafetería en el barrio islámico de El Cairo.
La policía egipcia ha informado que ha recuperado una estatua del Antiguo Egipto que había sido robada de un museo en el mes de agosto. En concreto, se trata de una figura que se cree que representa a Anjesamón, la hermana del faraón Tutankamón. La estatuilla, tallada en piedra caliza, fue sustraída del museo de la localidad de Mallawi, en la provincia de Minia, después de los disturbios que tuvieron lugar a raíz del brutal desalojo del campamento islamista de Rabá al Audawiya, donde murieron centenares de personas.
Según informó al diario oficialista al Ahram Mohamed Ibrahim, ministro de Antigüedades, la operación policial se produjo después del arresto de una banda de traficantes de antigüedades. Uno de los detenidos indicó a las autoridades que la estatuilla se encontraba en la tienda de uno de los vendedores del zoco de Jan al Jalili, una de las zonas más turísticas de la capital egipcia.
La obra se encuentra en buen estado, y solo necesita algún pequeño trabajo de restauración. Se espera que la figura, que mide 32 centímetros de largo, se podrá volver a exhibir pronto al público en un nuevo museo dedicado a la familia del padre de Tutankamón, el faraón Ajenatén, que gobernó Egipto sobre el año 1.500 a. C. Esta será la primera vez que un museo reúne a todos los miembros de aquella familia real.
De acuerdo con Ibrahim, la estatua de Anjesamón era “una de las más importantes del museo” de Mallawi. Se calcula que los asaltantes se llevaron unas 1050 piezas del museo, de las que se han podido recuperar ya aproximadamente unas 800. La provincia de Minia, donde se encuentra Mallawi, es un bastión de las fuerzas islamistas, y ha sido uno de los puntos de mayor tensión desde el golpe de Estado que derrocó al presidente islamista Mohamed Morsi.
Desde la revolución de 2011, varios egiptólogos se han quejado de que la protección policial de algunos yacimientos arqueológicos y templos se ha reducido sensiblemente, lo que ha facilitado la sustracción de objetos de valor por parte de los traficantes de antigüedades. Esta no es una actividad nueva, sino que durante siglos las monumentos funerarios faraónicos han padecido el saqueo de los ladrones. Precisamente, la importancia del descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón radica en que fue capaz de permanecer intacta desde su construcción.