Los grandes manuscritos de la Biblioteca Vaticana, en internet
Un millón y medio de páginas al alcance de investigadores y estudiosos.
Hasta ahora, solo unos pocos afortunados podían ver los más antiguos manuscritos conservados de Homero, Sófocles, Platón o Hipócrates, custodiados como tesoros al alcance de selectísimos investigadores en la Biblioteca Vaticana. Desde el pasado martes, una parte de estos fondos y una selección de la Bodleian Library, la más antigua biblioteca del Reino Unido, están disponibles en una página web especializada (http://bav.bodleian.ox.ac.uk), financiada por la Fundación Polonsky.
En cada una de sus tres categorías: incunables (libros impresos del siglo XV), manuscritos griegos y manuscritos hebreos, el acceso a imágenes de gran calidad es inmediato, y cada página exhibe al lado una regla para ver su tamaño, lo cual facilita la tarea de los especialistas. Los investigadores podrán trabajar ahora desde sus despachos, sin necesidad de viajar a Roma o a Oxford en el caso afortunado de obtener un permiso para ver los documentos originales.
El proyecto, iniciado en el 2012, concluirá en el 2016, cuando se termine de digitalizar el millón y medio de páginas de documentos únicos seleccionados para el nuevo fondo digital abierto. Es una tarea lenta porque requiere el máximo cuidado en el tratamiento de los originales. Dos tercios de los fondos proceden de la Biblioteca Vaticana, fundada en 1451 por el Papa Nicolás V, «a beneficio común de los estudiosos», un objetivo que se hace realidad tan sólo ahora, cinco siglos y medio después.
... Y la Bodleian, de Oxford.
La Bodleian Library, de la Universidad de Oxford, es el mayor sistema de bibliotecas del Reino Unido y retiene la «medalla de plata» de grandes bibliotecas antiguas, pues fue fundada en el 1601 por Thomas Bodley, quien incorporó los fondos de la Duke Humfrey’s Library, la valiosísima colección de Humphrey de Lancaster, donada por herencia a la Universidad de Oxford en 1488.
Los manuscritos más antiguos a disposición de estudiosos y bibliófilos son algunos de los 5.000 manuscritos griegos de la Biblioteca Vaticana, seleccionados no solo por el interés del contenido, sino también por el estado de conservación ya que los manuscritos más delicados requieren un trabajo previo por parte de los restauradores.
Uno de los atractivos de la página web de la Polonsky Foundation Digitization Project es que incluye un blog, con fotografías excelentes, sobre el proceso de restauración y fotografía digital de manuscritos de valor incalculable. Una especie de escuela para quienes digitalicen otras bibliotecas valiosas.
Accesibilidad y seguridad.
Los manuscritos hebreos son también piezas fascinantes. La Biblioteca Vaticana conserva algunos de los más importantes del mundo, escritos entre los siglos IX y XVI. Los investigadores podrán leer y guardar en sus ordenadores, por ejemplo, el códice hebreo más antiguo, un Sifra del siglo IX, o una Biblia completa copiada en Italia a caballo entre los siglos XI y XII.
Hay también muchos comentarios de la Biblia y de la Cábala, y muchos comentarios talmúdicos de gran valor. Tienen también mucho interés los textos en hebreo sobre medicina, filosofía, astronomía y otras ciencias. En cuanto a incunables, la Biblioteca Vaticana y la Bodleian Library disponen de la cuarta y la quita colección del mundo en cuanto a extensión. La gran biblioteca de Oxford digitalizará su copia de la Biblia de Gutenberg, dentro de la categoría de «primeras ediciones», con otras piezas únicas de todo el mundo.
Los dos grandes objetivos son accesibilidad y seguridad. A medida que los fotógrafos avancen, los investigadores y el público tendrán acceso a documentos antes inalcanzables que, por otra parte, quedan a salvo de posibles daños -por supuesto involuntarios- por parte de los investigadores que, incluso con guantes y con muchísimo cuidado, pasan unas páginas convertidas en muy frágiles por el paso de los siglos.
Curiosamente, una buena parte de los manuscritos griegos y hebreos de ambas bibliotecas fueron copiados en Italia, un país con numerosos faros de actividad cultural en la Edad Media y el Renacimiento. La Bodleian Library incorpora, por supuesto, también muchos manuscritos e incunables ingleses, algunos de ellos ricamente decorados.