La villa de las Musas en Arellano, en la red «Villas romanas de Hispania»
La iniciativa persigue investigar, conservar y difundir el legado de nueve enclaves en toda España.
La villa romana de las Musas, ubicada en la localidad navarra de Arellano, formará parte de la red de cooperación nacional «Villas romanas de Hispania» que se va a crear con finalidad cultural y artística para la investigación, conservación y difusión del legado histórico de nueve enclaves.
Según ha informado el Gobierno de Navarra, el ejecutivo ha adoptado un acuerdo para aprobar el texto del convenio, que se suscribirá con los ayuntamientos de Puente Genil y Almedinilla (Córdoba), Gijón (Asturias), Mula (Murcia), y las diputaciones de Valladolid, Teruel, Palencia y Aragón.
Las villas romanas (lujosas residencias rurales) constituyen un modelo de asentamiento y ocupación del espacio rural que ha generado un patrimonio arqueológico referente de la cultura romana en Hispania. Supusieron un modelo de organización del territorio, con profundas implicaciones culturales, sociales y económicas, que caracterizó la Hispania rural durante varios siglos. Este patrón de asentamiento no hubiera sido posible sin la amplia red de calzadas y caminos que jalonaron la Hispania antigua, que facilitó la circulación de excedentes agrícolas producidos en el «fundus» de las villas, productos de consumo, talleres itinerantes de objetos de lujo, pero también de ideas y saberes.
La creación de la red surgió en octubre de 2012 y su contenido se plasmó en una reunión celebrada en abril de este año en Gijón.
En un primer momento, la red estará integrada en su inicio por la villa romana de las Musas en Arellano, y otras ocho distribuidas por toda España: Almenara-Puras en Valladolid, Ruedo en Almedilla, y Fuente Álamo en Puente Genil (ambas en Córdoba), Fortunatus en Fraga (Huesca), Olmeda en Pedrosa de la Vega (Palencia), Loma del Regadío en Urrea de Gaén (Teruel), Veranes en Gijón (Asturias) y Villaricos en Mula (Murcia).
La red, abierta a futuras incorporaciones, estará formada por todas aquellas villas romanas en las que se hayan acometido actuaciones significativas de excavación científica, consolidación y conservación en los restos arqueológicos. Además, deben poseer una infraestructura mínima de acogida, y una estructura de gestión estable de investigación, conservación y difusión del patrimonio arqueológico.
El proyecto se centra en considerar a las villas romanas como patrimonio común y recurso cultural, crear un itinerario cultural conjunto, y fomentar una red de cooperación como instrumento de gestión. Las bases fundamentales sobre las que se sustenta el plan son cooperación en investigación; protección, conservación e interpretación, mediante la cooperación y homogenización en aspectos relativos a la protección legal de estos yacimientos; su conservación y restauración, así como su comunicación al público; vinculación contemporánea de este patrimonio común, mediante la unión del pasado con el presente mediante proyectos de arte y creación contemporánea; desarrollar programas conjuntos pedagógicos y educativos para jóvenes y escolares; y fomentar un proyecto de turismo cultural que convierta estos recursos en un producto de calidad.
En este sentido, cabe indicar que el Consejo de Europa define el itinerario cultural como un recorrido que abarca uno o varios países o regiones y que se organiza en torno a un tema cuyo interés histórico, artístico o social se revela como europeo, sea en función de un trazado geográfico, en función de su contenido o de su significación.
La villa de las Musas.
La villa romana de las Musas es una bodega del siglo I, la más antigua mejor conservada de Europa, y el último templo de la religión de Attis-Cibeles.
En torno al siglo I se construyó una villa o casa de campo desde la que sus habitantes podían realizar todas sus labores agrícolas. La casa estaba ubicada en el centro de la explotación y en un pequeño alto, para poder controlar fácilmente todos los cultivos. Gran parte de la casa estaba dedicada a la elaboración del vino, y servía también como almacén para guardar los aperos, granero para almacenar las cosechas y establo para los animales.
El asentamiento domina una superficie de unos 20 km2 , abierta y llana. Desde finales del siglo XIX se tenía noticia de la existencia del yacimiento. Son abundantes las referencias al lugar en relación con un pavimento polícromo de teselas (opus tesellatum) adornado con el tema de las musas acompañadas de maestros, que se encuentra desde 1945 depositado y expuesto en el Museo Arqueológico Nacional. Por ello, el mosaico que se puede contemplar ahora en la villa es una réplica del original, y se adapta a la planta octogonal. Otras zonas residenciales de la casa también presentan ricos pavimentos figurativos compuestos de teselas.
El edificio funcional, que integra los restos de la villa, consta de 2.411 m2 fue inaugurado en marzo del año 2008.