Brian Eno, las músicas del arte
El compositor y productor presenta en Madrid la exposición '77 million paintings'.
Brian Eno (Suffolk, 1948) podría ser recordado como uno de los padres (o tíos, el antecedente familiar no queda muy definido) de la música electrónica contemporánea. O por ser fundador de Roxy Music, grupo en el que permaneció sólo dos años de eterna lucha con el otro Brian (Ferry), pero con el que sacó dos discos fundamentales del siglo XX. O por producir la trilogía de Bowie en Berlín (Low, Heroes y Lodger). O por crear la música ambiente con álbumes no menos importantes como Another Green World y Music for airports. O, incluso, por haber cimentado el sonido de U2 en su ascensión al Olimpo del rock, del Joshua Tree al Achtung Baby.
Sin embargo, él se ha visto siempre como un artista tan visual como sonoro. Y como tal llegó este martes a Madrid para presentar la quinta edición del Festival MATADAC (Muestra de Arte Digital Audiovisual y Tecnologías Avanzadas Contemporáneas), un encuentro dedicado a la videocreación y al arte avanzado que se celebra en la capital desde hoy hasta el domingo, con la participación de 150 artistas de 40 países.
La presencia de Eno será un poco más duradera, merced a la instalación '77 million paintings', que permanecerá en la sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid hasta el próximo marzo. Se trata de un proyecto que, a través de 12 pantallas y un programa generativo, muestra de forma aleatoria diferentes combinaciones (77 millones, como indica el título) de unas 300 creaciones plásticas suyas, desde pinturas a proyecciones para sus conciertos, de tal forma que ningún visitante podrá ver la misma combinación durante la exposición, dado que harían falta 400 años para contemplar todas las variaciones de estos elementos. Todo ello, acompañado de la inconfundible marca sonora de Eno.
Este juego, que daba pie a alguna de las jugosas reflexiones o planteamientos teóricos que acostumbra a derrochar Eno en sus apariciones públicas, quedó truncado a los pocos minutos de la presentación oficial de la muestra y del festival, debido a una indisposición del artista. Si la cosa resulta ser al final solamente un vahído, quien quiera oír en directo sus reflexiones tiene una nueva oportunidad este jueves en La Casa Encendida, donde Eno pronunciará una conferencia.
El autor de Before and after science, que ya presentó este proyecto en Barcelona hace seis años (y con el que ha visitado lugares como Sydney, Abu Dhabi, Tokio y Venecia), sí que tuvo tiempo para explicar alguna de las paradojas con las que concibe su creación. "Se suele entender la música como una forma en movimiento, como una forma cambiante, y la pintura como una forma inmóvil. Pues lo que pretendo aquí es crear una música muy apacible e inmóvil y pinturas en movimiento, para buscar y encontrar el lugar entre la música y la pintura", explicó, glosando en cierta forma a san Juan de la Cruz y su música callada.
También explicó que, pese a que "no hay historia ni narrativa ni tampoco un principio ni un final", la reacción de los espectadores que él ha podido comprobar durante varios años de recorrido de la instalación es de absorción total. "Nos dicen que está disminuyendo el tiempo que somos capaces de mantener nuestra atención, pero mi experiencia me dice que la gente acepta con gusto si le ofreces algo que requiere concentrarse durante un tiempo considerable".
Todo ello, con un componente de azar importante, dado que '77 million paintings' "está compuesta por muchos elementos individuales creados tanto de música como de pintura, que espero se compaginen aquí, aunque se hayan combinado de forma totalmente aleatoria".
