El devocionario más sagrado
El libro de oraciones de la familia Rothschild, el más caro de su género, sale al mercado.
Mide 25 centímetros de alto por 17,5 de ancho y tiene 67 páginas de exquisitas ilustraciones religiosas y rurales pintadas hacia el año 1505, que no han perdido la vivacidad de su color ni la meticulosidad de su trazado. Se guarda como oro en paño en la casa de subastas Christie's para venderla el día 29 de enero a quien más dé por él. En 1999 alcanzó la cifra de 9,38 millones de euros. Se prevé que esta vez suba hasta 12,5 millones de euros. Es el libro más caro del mundo a excepción del cuaderno de 'Leonardo Codex Leicester' por el que Bill Gates pagó 21millones de euros.
El volumen que sale a la venta no lleva la autoría de Leonardo. Sus autores son artistas menos conocidos como el miniaturista holandés Gerard David o el dúo de padre e hijo Alexander y Simon Bening. Al margen de la prominencia de los pintores, el libro, un cuaderno de oraciones con imágenes bíblicas es, a juicio de Nicholas Hall, del Departamento de Maestros Antiguos de Christie's, "uno de los mejores ejemplos de la iluminación y el arte flamenco, el ejemplar más prestigioso que hemos tenido en mucho tiempo".
Imágenes religiosas se intercalan con escenas de la vida rural holandesa y de la naturaleza junto a fragmentos de plegarias escritos con minuciosidad y adornadas letras. El libro pertenece, desde 1999 a un propietario privado que quiere mantener el anonimato. Cuando lo adquirió, el ejemplar estaba ya en la historia de las colecciones de arte confiscadas por los nazis a las familias judías de Europa.
El 'Libro de oraciones' pertenecía a la rama austriaca del clan de banqueros Rothschild, que, desde Alemania, se extendieron por toda Europa en el siglo XIX. En Viena fue confiscado por los nazis. Tras la Segunda Guerra Mundial la obra fue objeto de negociación entre el gobierno de Viena, que reclamaba un tercio de la colección de arte robada para restituir el resto, y los Rothschild. La pelea acabó en un ni para unos ni para otros. La Comisión por la Restitución del Arte Confiscado por los nazis lo considera reclamable atendiendo a la última legislación austriaca. Pero los Rothschild no lo reclaman.