El Thyssen muestra un sustancioso aperitivo del año Greco
El museo exhibe las cuatro obras de la colección que prestará a la gran exposición de Toledo. Los estudios sobre los óleos acompañan a las piezas y muestran la evolución técnica del autor.
La colección permanente del Museo Thyssen incluye cuatro obras del Greco que van a ser prestadas para la primera gran exposición que se le dedicará al pintor en Toledo, a propósito de los 400 años de su muerte (El griego de Toledo, del 14 de marzo al 14 de junio). Son La Anunciación, c. 1576; Cristo abrazando la cruz, c. 1587-1596; La Anunciación, c. 1596-1600 y La Inmaculada Concepción, c. 1608-1614. Las dos Anunciaciones fueron adquiridas por el barón Heinrich Thyssen-Bornemisza en diferentes momentos, mientras que los otros dos cuadros formaban parte de la colección original de la familia. A modo de aperitivo artístico, el museo ha organizado una pequeña exposición, El Greco. De Italia a Toledo, en la que exhibe conjuntamente las cuatro piezas junto al estudio técnico realizado sobre las dos Anunciaciones, para desvelar cómo, a partir de un mismo tema, se produjo la radical transformación entre su etapa italiana y su etapa española.
Entre una y otra Anunciación, transcurrieron dos décadas. La evolución técnica y conceptual es radical, tal como se ve en las refrectografías infrarrojas que permiten observar las capas subyacentes bajo la pintura, y las radiografías que informan de los cambios realizados por el pintor durante la realización de la obra. Los análisis químicos dan a conocer la composición y distribución de los materiales en las distintas capas de pintura.
¿Que luz arroja el estudio técnico sobre lo ya investigado? Ubaldo Sedano, jefe del Área de Restauración del museo, explica que se puede contemplar cómo la Anunciación fechada en 1576 recoge todas las influencias de los grandes maestros italianos: la composición arquitectónica de la obra, la distribución de los personajes, o las medidas pinceladas distribuidas sobre los dibujos subyacentes que ahora podemos ver. Veinte años después, ya en Toledo, la composición, figuras y pinceladas cambian radicalmente. Su estilo es ya inconfundible. Las figuras se alargan y desdibujan con toques impresionistas y el dibujo previo ha desaparecido.
Guillermo Solana, director artístico del museo, recuerda que el Thyssen ya ha reconocido la importancia del Greco a través de varias iniciativas. En 1999 se le dedicó una gran exposición antológica comisariada por José Álvarez Lopera, en la que se mostraron 80 obras, que resultó todo un éxito de visitantes.
A propósito del 400 aniversario de la muerte del artista, el Thyssen colabora con el préstamo de sus piezas, además de la organización de un simposio internacional sobre su figura que se celebrará en el museo entre el 21 y el 23 de mayo. Dirigido por Fernando Marías, contará con la participación de estudiosos como Richard L. Kagan, Miguel Falomir, María Constatoudaki, Felipe Pereda, Elena de Laurentis y Guillermo Solana.