Polémica por la decisión del Gobierno portugués de vender 85 obras de Joan Miró
La subasta está prevista para los días 4 y 5 de febrero en la Casa Christie's de Londres.
La decisión del Estado luso de vender 85 obras de Joan Miró que posee desde la nacionalización del Banco Portugués de Negocios (BPN) está generando malestar y polémica en el mundo de la política y de la cultura portuguesa. La subasta está prevista para los días 4 y 5 de febrero en la casa Christie's de Londres y espera recaudar 35 millones de euros. Sin embargo ya se han recogido 3.500 firmas a través de una petición en Internet y este viernes serán votadas en el Parlamento luso dos resoluciones contra dicha venta.
La Casa de la Libertad de Mario Cesariny fue la promotora de esta petición, que tiene como objetivo impedir una venta que consideran «dañiña e irreversible» para el país y quieren llevar este caso al debate público y a la Asamblea de la República. Sus promotores del mundo de la cultura quieren frenar el proceso porque entienden que representa «una segunda expoliación del patrimonio nacional que pertenece a todos los portugueses, recientemente llamados a pagar la factura del BPN», explican en el texto.
Recuerdan que en 2008 una empresa envuelta en el proceso estimó el valor de los 85 cuadros entre 80 y 150 millones de euros, valor muy superior a los 35 millones que el Estado portugués pretende recaudar. La dirección artística de la Casa de la Libertad asegura que, dada la importancia de las obras, la manutención de las mismas en territorio nacional «permitiría generar ingresos de valor muy superior a lo que se pueda conseguir con su venta internacional, ya que constituyen importantes e insustituibles testimonios de la historia del arte mundial».
Beneficios para la economía local.
De esta forma defienden la disponibilidad del conjunto al público en un espacio museológico que «posibilitaría atraer a Portugal, a lo largo de décadas, flujo de turismo internacional de arte y cultura, generando múltiples beneficios para la economía local».
Ya en el campo de la política tanto el partido socialista (PS) como el comunista (PCP) han presentado proyectos de resolución para que el Gobierno suspenda la venta del expolio de Miró, en propiedad del Estado luso. Los socialistas reclaman la suspensión del proceso y una «valoración real» de la colección, así como una apreciación de la «eventual preservación de ese patrimonio y las consecuentes plusvalías» de su exploración por el Estado luso. Los comunistas, por su parte, consideran que «fueron adquiridas con el esfuerzo de los portugueses, principalmente a través del proceso de nacionalización del Banco Portugués de Negocios».