Delfina Entrecanales dobla su apoyo a los artistas en Londres
La octogenaria española ha sido distinguida por 25 años de inaudito mecenazgo.
Delfina Entrecanales Azcarate (Madrid, 1927), hija del fundador de lo que es hoy Acciona, es un nombre venerable en el mundo del arte en Londres. Lleva 25 años de original mecenas, original en el sentido de que ni colecciona obras, ni las compra ni las vende, ni aparece su nombre en las grandes exposiciones ni en las salas de los museos por haber dado una millonada para el mantenimiento. Y de millones se ha gastado tantos que ha perdido la cuenta. Acaba de inaugurar el nuevo edificio de Delfina Foundation en el centro de Londres para proveer residencia y medios de trabajo a ocho artistas, el doble de los cuatro que ayudaba en sus anteriores inmuebles.
Unos 500 creadores se han beneficiado de su labor, financiada con dinero español. De su cantera han surgido nombres conocidos, ganadores o finalistas del premio Turner como Tacita Dean, Mark Wallinger, Wael Shawky o Susan Hefuna. "Hasta aquí hemos llegado, no obstante, a partir de ahora hay que empezar a restringir los presupuestos", así lo anuncia sin poner cifras concretas a lo gastado o a lo que cuesta cada mes la casa de sus artistas. "Yo colecciono artistas, no cuadros", apostilla, entrañable y con elegancia.
"Empecé ayudando a músicos, como Pink Floyd, en una casa de campo cerca de Oxford, pero los estudios de grabación eran demasiados caros así que a través del Royal Collegue of Art decidí patrocinar a artistas necesitados proporcionándoles un espacio para vivir y trabajar y contactos con el sector profesional; es un tipo de ayuda que no ofrece nadie, soy la única que lo hago y me salía más barato que financiar a músicos", cuenta sin ánimo de colgarse medalla alguna. Aunque tras 25 años de patrocinio, la reina Isabel le otorgó el año pasado una medalla OBE (Oficial del Imperio Británico) que ella recogió con gusto de manos del príncipe Carlos.
La sede de Delfina Foundation dispone de vivienda para ocho artistas, un espacio de exposición y varias salas de reuniones, estudios para trabajar u ordenadores. Entre los artistas residentes se encuentra la española Asunción Molinos que participa en la exposición 'The politics of food' (La política de la alimentación), la muestra que abre esta nueva etapa de la fundación y que explora el mundo entorno a la comida. Un mundo que abarca el planeta entero. Asunción, que vive a caballo entre España y Egipto, residirá tres meses en Londres y ya tiene la agenda llena de contactos para seguir su carrera artística. "Yo soy la primera generación de mi familia, de la Ribera del Duero en Burgos, que no me he dedicado a la agricultura, mi objetivo es el estudio de la cultura rural en el mundo, lo que hay de igual y de distinto en las personas y su relación con el medio en el que viven", explica Asunción, apasionada y estimulada por lo que hace y, agradecida, por la estancia en Londres. Su trabajo en El Cairo constituye el mérito que le ha abierto la puerta a 'The politics of food' y a la fundación de Delfina Entrecanales.
La 'madre' o 'abuela' de los artistas dispone ahora de un comité de personas que seleccionan a los candidatos a residentes entre las numerosas solicitudes que reciben. En Los últimos años los artistas de países del norte de África y el Próximo Oriente se están llevando un buen porcentaje de las plazas. "A mí me gustaría atender a los más necesitados, pero ahora creen que hay algunos artistas desconocidos que necesitan un empuje para despegar", explica Delfina con ademán de indiferencia por el rumbo que toma su organización.
Una mujer 'bohemia, escandalosa y rebelde'.
Delfina pertenece a esa amplia generación de españoles marcada por la Guerra Civil. Los Azcarate estaban comprometidos con cargos públicos en la República. Tras la contienda, su padre, hombre abierto en entendederas, la mandó a estudiar inglés a Inglaterra. Allí se casó, tuvo cuatros hijos, se divorció, contrajo segundas nupcias con un hombre mucho más joven con el que vivió 30 años y con el cual creó el primer proyecto de mecenazgo. "Para la mentalidad española yo era la bohemia, la escandalosa, la rebelde, me llamaban de todo, pero me daba igual, mis contemporáneas se dedicaban a juntarse por las tardes para meriendas de señoritas o de señoras de...", cuenta la Entrecanales que, a sus 86 años, está más alerta y pizpireta que cualquiera de sus amigas españolas que merendaban juntas por aburrimiento.
Con la seguridad económica que le ofrecía el apellido Entrecanales se quedó en Inglaterra para huir de los que llevan en la cara el estigma de lo predecible. Tiene ocho nietos y algunos la están relevando en la fundación y en el papel de mecenas. "Ser madre, o abuela, para mí no ha sido suficiente, tengo un intelecto activo que he querido desarrollar, y con el intelecto no me refiero a que sea intelectual, que no lo soy", razona con una cascada de ideas y palabras no improvisadas.
¿Por qué no patrocina artistas en España dado que su dinero es español?, pregunto. La respuesta es la siguiente: "Ya lo hice y, como dicen en España, me salió el tiro por la culata porque la Junta de Andalucía, donde patrociné una escuela para hacer intercambios, no me facilitó mis proyectos". "Fue todo un descalabro porque los escolares de Manilva empezaron a beneficiarse de los artistas que les enseñaban, pero cuando las instituciones de allí tuvieron que colaborar se acabó todo; salí escaldada", remata. Esta vez sí parece improvisar la respuesta.
