Hazte Alumno   Área Privada de Alumnos  


Dalí, el mito sigue más vivo que nunca 25 años después de su muerte

Dalí, el mito sigue más vivo que nunca 25 años después de su muerte

Aumenta la cotización del pintor en el mercado, sus exposiciones arrasan en todo el mundo y el triángulo daliniano (Figueras, Púbol, Portlligat) batió récord histórico de visitantes en 2013. Pese a sus sombras y sus contradicciones, todos adoran al genio.


Fue bautizado con tres nombres (Salvador Felipe Jacinto), pero le bastó y le sobró su primer apellido para ser un mito. Hoy se conmemora el 25 aniversario de su muerte. No habrá grandes fastos (apenas se prevé alguna ofrenda floral en su honor). Ya los hubo en 2004, coincidiendo con el centenario de su nacimiento. Montse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos de la Fundación Gala-Salvador Dalí y una de las mayores expertas en la obra del pintor, cree que aquella efeméride fue decisiva para aproximar el conocimiento de Dalí a través de exposiciones, publicaciones... «Las exposiciones en el Pompidou de París y el Reina Sofía de Madrid en 2013 han consolidado todavía más ese conocimiento sin prejuicios», advierte Aguer a ABC.


Dice, eso sí, que «el primero que nos complicó las cosas fue el propio Dalí, con este personaje que creó y que no le abandonaba nunca. Para nosotros es difícil discernir dónde acaba el personaje. Creo que es una obra más de Dalí». ¿Le ha perjudicado o le ha beneficiado? «Creo que en algún momento le perjudicó más que le ayudó. Al no conocer tanto su obra, su pensamiento, todos nos quedábamos con la imagen más cercana de Dalí: el de la publicidad, el que intervino en algún programa de TV... Pero también hay un Dalí profundo, con un pensamiento propio, original... Es uno de los grandes artistas del siglo XX, con sus contradicciones».


La dalimanía que hoy inunda el mercado del arte la fue gestando el artista en una vida larga e intensa, plagada de no pocas luces y sombras. Hijo de un estricto notario de Figueras, creció obsesionado tanto por la figura tiránica del padre, como por las muertes primero de su hermano, que se llamaba como él, Salvador, y al que nunca llegó a conocer, y después de su madre, a la que adoraba. Sabemos todos los detalles de su vida de primera mano, gracias a su autobiografía, «La vida secreta de Salvador Dalí». Ríos de tinta han corrido de su paso por la Residencia de Estudiantes en Madrid, de su amistad con Buñuel y, especialmente, con Lorca. También de su ruptura total con su padre, que lo echó de casa, y de su vida, tras explotar de ira a causa de una obra que consideró un ataque blasfemo a la memoria de su madre difunta: «A veces escupo por placer sobre el retrato de mi madre». Y, por supuesto, de su pasión por Gala, la mujer que arrebató a Paul Éluard y convirtió en musa y esposa. Formaron una extraña pareja.


«Cada vez quedan menos sombras en torno a Dalí, porque hemos sabido interpretar sus contradicciones. Pero, al ser de los primeros en cruzar líneas entre alta y baja cultura, quedará ese personaje que no siempre sabemos entender. Quizá Dalí no quiso que lo entendiéramos del todo. Cierta confusión también le gustaba a Dalí», subraya Montse Aguer. Siempre ha pesado en su biografía una cierta simpatía hacia el régimen franquista, lo cual provocó incluso que fuera expulsado del grupo surrealista que él había liderado. «Yo lo asocio un poco con su admiración por Velázquez y su idea del pintor de la Corte -advierte Aguer-. Dalí se exilia a Estados Unidos en 1940, vive allí ocho años. Quiere regresar a Portlligat y se adapta al régimen que hay. Creo que, si hubiera habido otro régimen, él se hubiera adaptado igual. Quería regresar a su paisaje, a su tierra, que era su lugar de inspiración. Acepta, pero creo que no por convicción política, sino por acomodo».


El Rey le concedió el título de marqués de Púbol en 1982, año de la muerte de Gala, enterrada en el Castillo de Púbol, que le compró Dalí. Él murió, a los 84 años, el 23 de enero de 1989, dicen que oyendo su ópera favorita, «Tristán e Isolda», de Wagner. Se halla enterrado en la cripta del Teatro-Museo de Figueras. ¿Dan por cerrada desde la Fundación la polémica en torno al lugar de enterramiento de Dalí? Recordemos que hay quienes pensaron que no se cumplió la voluntad del artista de ser enterrado junto a Gala en el Castillo de Púbol. «Sí, la damos por cerrada, porque según el alcalde de Figueras, Marià Lorca, que era la máxima autoridad en esos momentos, se lo comunicó personalmente Dalí y siempre lo hemos aceptado. Lo visitó en el hospital y dijo que le comunicó su voluntad de ser enterrado en su museo de Figueras. Tiene su sentido: el museo fue su última gran obra. Al morir Gala en 1982, quizás él fue pensando que así quedaría más un centro dedicado todo a Gala. Pero eso es pura especulación». Coincidiendo con el 25 aniversario de la muerte de Dalí, el escritor M. R. Tornadijo ha publicado «Dalí, dos veces enterrado», que novela el plan de un grupo de ciudadanos para secuestrar el cadáver del artista y enterrarlo junto a Gala en Púbol. A Montse Aguer no le consta dicho plan.


El próximo 28 de septiembre se conmemora el 40 aniversario de la creación del Teatro-Museo Dalí de Figueras. En 2013 consiguió, pese a la crisis, un récord histórico de visitantes: 1.333.430, un 9,6% más que en 2012. También aumentaron las visitas al Castillo de Púbol (136.744 visitantes, un 3,2% más) y a la Casa Dalí de Portlligat (110.343 visitantes, un 1,1% más). «Se ha consolidado la visita al triángulo daliniano, cada vez despierta más interés entre los extranjeros. Ha aumentado mucho el turismo ruso. Hicimos una exposición en el Museo Pushkin de Moscú y eso contribuyó mucho. También, el hecho de que Gala sea rusa. Dalí tiene cada vez más proyección internacional y los jóvenes se sienten muy atraídos por este magnetismo que desprende. Quizá por adelantarse a su tiempo, lo ven un artista muy actual. El museo les divierte mucho por su componente interactivo y lúdico», explica Montse Aguer.


La Fundación Gala-Salvador Dalí, que gestiona su legado, sigue aumentando la colección del artista. La última compra, una obra de su época surrealista, «Carreta fantasma» (1933). «La compramos a un coleccionista particular extranjero, con el que llevábamos cinco años negociando. Una de las condiciones que nos impuso, y nosotros aceptamos, fue no desvelar su precio. Las adquisiciones las hacemos siempre con fondos propios (lo recaudado por entradas, derechos de autor, exposiciones, publicaciones...)», explica Montse Aguer. ¿Alguna laguna por completar? «Ya está bastante completo el discurso, todas las épocas están bien representadas».


En cuanto a las publicaciones dalinianas, solo falta por ver la luz la correspondencia: «Requiere aún muchísimo tiempo. Tardaremos. Ahora hay una visión demasiado parcial, nos faltan muchas copias de cartas. Es uno de nuestros objetivos, pero muy a largo plazo. Lo que estamos trabajando mucho es en la segunda fase del catálogo razonado de pintura, publicado on-line. También se hará en papel en el futuro».

Compartir | Recomendar Noticia | Fuente: ABC (NATIVIDAD PULIDO | MADRID) | Fecha: 23/01/2014 | Ver todas las noticias



Programa de Especialización relacionado:

D11.04. Arte del Siglo XXI – Arte Poscontemporáneo, Emergente y Digital
Máster relacionado:

MAC Máster en Gestión y Valoración de Arte Contemporáneo
Libro relacionado:

Arte digital y videoarte: transgrediendo los límites de la representación