Diez obras icónicas de Jeff Koons, el rey del mercado
El artista vivo más cotizado del mundo regresa. El 13 de febrero sale a subasta en Christie's Londres una de sus piezas más célebres, «Huevo roto (Magenta)». Su récord: 58,4 millones de dólares.
1. «Huevo roto (Magenta)».
Una de las esculturas más famosas del artista estadounidense, «Huevo roto (Magenta)», perteneciente a su serie «Celebración», saldrá por primera vez a la venta, por un precio estimado de entre 10 y 15 millones de libras (12-18 millones de euros), en una subasta que celebrará Christie’s en Londres el 13 de febrero. La pieza representa la fragilidad de un huevo de Pascua. «Es un símbolo de nacimiento, como la Venus de Botticelli», dice el polémico artista.
2. Un perro-globo que hizo historia.
En la misma venta en la que un triple retrato de Lucian Freud, realizado por Francis Bacon, se vendió por 142 millones de dólares, Jeff Koons se convirtió en el artista vivo más cotizado del mundo, gracias a «Balloon dog (Orange)», vendido por 58,4 millones de dólares en noviembre pasado en Christie's-Nueva York. «Es un símbolo, como el caballo de Troya, tiene algo mítico», declaró Koons. La pieza formaba parte de la colección de Peter Bandt, magnate de la prensa.
3. El perro florido que custodia el Guggenheim Bilbao.
Un perro muy especial vigila y custodia el museo de titanio retorcido por Frank Gehry junto a la ría de Bilbao. Se trata de «Puppy» (1.240 x 830 x 910 centímetros), un gigantesco perro de acero inoxidable y recubierto de flores (cambian cada temporada), realizado en 1992 por Jeff Koons y que se ha convertido en seña de identidad del Museo Guggenheim de Bilbao.
4. Tulipanes multicolor.
«Tulipanes (Tulips)», un ramo de flores concebidas a modo de globos de colores de proporciones gigantescas (más de 2 metros de alto y 5 metros de ancho), pertenece a la ambiciosa serie «Celebración (Celebration)», iniciada por Koons en 1994. Inspiradas en los objetos genéricos y populares asociados a las fiestas de cumpleaños, vacaciones y otros acontecimientos festivos (desde un gorro de fiesta y un trozo de tarta a corazones y huevos de Pascua), las pinturas y esculturas de esta serie reflejan la constante relación de Koons con los elementos propios de la infancia.
5. El conejo y otros iconos pop.
«Conejo (Rabbit)», realizada en 1986. Jeff Koons vuelve a transformar un objeto hinchable corriente en algo duro, reluciente y simbólico. Es otro de los personajes icónicos de este artista. Poseer una inmensa fortuna y es uno de los artistas más influyentes del mundo: Al igual que otros reconocidos artistas como Damien Hirst y Takashi Murakami, Koons tiene un taller con una treintena de ayudantes que son quienes ejecutan las ideas del artista en sus obras finales.
6. Cicciolina, su musa más polémica.
La polémica siempre ha estado unida a la carrera y la vida personal de Jeff Koons. Estuvo casado con Ilona Staller, conocida como Cicciolina (exestrella de cine porno y exdiputada del Parlamento italiano), con la que tuvo un hijo, Ludwig, y con quien protagoniza algunas exhibiciones sexuales en trabajos bastante subidos de tono. En más de una exposición ha habido que poner un cartel avisando de que las obras pueden herir la sensibilidad del espectador.
7. Dibujos animados.
Jeff Koons alcanzó la fama a mediados de la década de 1980. Forma parte de un grupo de artistas que se sirven del lenguaje de la publicidad, el marketing y la industria del ocio para crear sus obras. Años después de que ya lo hicieran Dalí y Warhol, Koons borra los límites entre cultura popular y alta cultura y se sirve de iconos pop para comunicarse con las masas. Es el caso de célebres personajes infantiles de sibujos animados, como la Pantera Rosa o Popeye (en la imagen).
8. Muñecos hinchables en Versalles.
Si María Antonieta hubiera levantado la cabeza, la hubiera vuelto a perder del susto. El Palacio de Versalles, uno de los símbolos de la grandeur francesa, fue «profanado» en 2008 por el siempre provocador Jeff Koons. El Salón de Hércules tuvo como huésped, junto a las arañas de cristal, las porcelanas y los tapices, al «Ballon Dog (Magenta)», que se medía con un veronés. Y una langosta presidía uno de los regios salones. La exposición levantó una gran polvareda mediática. Quizá María Antonieta, adicta al color rosa y las cintas doradas, fuera hoy su mayor coleccionista y no acabase perdiendo por segunda vez la cabeza.
9. Michael Jackson, en porcelana dorada.
Jeff Koons (York, Pensilvania, 21 de enero de 1955) es un artista con un toque muy kitsch. Se aprecia especialmente en obras como este retrato de Michael Jackson con su chimpancé, realizado en porcelana dorada, imposible de mirar sin que duela a la vista. Koons siempre ha estado muy vinculado a la música. Su última incursión, el tercer álbum de Lady Gaga, «ARTPOP».
10. Coches «tuneados».
Koons es un apasionado de los coches de carreras. Tras haber participado en las 24 Horas de Le Mans, el coche que Jeff Koons «tuneó» para la firma BMW (un BMW M3 GT2) se exhibió en la feria de arte y antigüedades más prestigiosa del mundo, TEFAF, en Maastricht, en 2011, codeándose con obras de los grandes maestros antiguos. De color negro, fue pintado a rayas multicolores en tonos brillantes. Koons siguió la estela de artistas como Olafur Eliasson, Roy Lichtenstein, Frank Stella y Robert Rauschenberg, entre otros, que ya hicieron lo mismo. Para «tunear» este coche, Koons se inspiró en el BMW M1 creado por Andy Warhol.