La subasta de 85 cuadros de Miró que pertenecen a Portugal, en vilo
Si el Tribunal Administrativo de Lisboa no lo impide, este martes y miércoles serán subastados en Christie's 85 cuadros de Miró que actualmente pertenecen a la República de Portugal. El ejecutivo conservador de Lisboa se hizo con ellos durante el proceso de nacionalización del Banco Portugués de Negocios, pero mantenerlos en Portugal "no es una prioridad" para el ejecutivo conservador de Peddro Passos Coelho, como dijo su ministra de Finanzas.
Por eso, han llegado a un acuerdo con Christie's y se los han vendido por apenas 35 millones de euros, aunque en 2008, la casa de subastas londinense los valoró en 80 millones de euros. De hecho, estos 5 años han estado guardados en la Caixa Geral de Depósitos y ni siquiera han sido exhibidos ante el público portugués.
Intentan parar la subasta.
Así que en vísperas de la subasta, el Ministerio Público ha decidido entrar en acción e interponer una providencia cautelar para suspender la subasta. El Tribunal Administrativo de Lisboa abrió esta tarde una audiencia con testigos y tendría que tomar una decisión en tiempo útil, es decir, antes de que se realice la subasta, prevista para martes y miércoles.
También los socialistas lusos interpusieron el viernes otra providencia cautelar por las mismas razones. Consideran que "el Estado portugués es propietario de un importante acerbo de obras de arte de dimensión y relevancia significativas", que no deben salir del país.
Se trata de 85 cuadros que abarcan siete décadas del artista español y que fueron adquiridas por el BPN a un coleccionista privado japonés que a su vez se las habría comprado a la viuda de Matisse.
Desde la Dirección General del Patrimonio Cultural (DGCP) también consideran un error la subasta, por lo que emitieron un informe negativo en el que además añaden que no se han seguido correctamente los procedimientos legales en este tipo de operaciones.
Anteriormente, en el Parlamento portugués, el PS y el PCP presentaron propuestas para tratar de convencer al ejecutivo portugués de que diera marcha atrás en la subasta y optase por intentar crear un núcleo museológico pues según los expertos, los cuadros permiten hacer una panorámica de toda la carrera del artista surrealista. Desde la Casa Mario Cesariny, museo del Surrealismo en Portugal, su director, Carlos Cabral Nunes lanzó una iniciativa con la que consiguió más de 10 mil firmas que presentó en el Parlamento Europeo para paralizar la subasta.
