Bacon con huevo roto
Cualquier cosa relacionada con Francis Bacon siempre despierta el máximo interés, sobre todo después de que Tres estudios de Lucian Freud (1969) se convirtiera en noviembre del 2013 en la obra más cara jamás subastada: 142 millones y medio de dólares (105,8 millones de euros) en Christie´s.
La casa londinense vuelve a probar fortuna con el irlandés presentando Retrato de George Dyer hablando (1966), que saldrá a subasta el próximo 13 de febrero con una estimación de 30 millones de libras. Se trata de la obras más grande y significativa que Bacón dedicó a su amante.
La obra fue expuesta entre 1966 y 1967 en las galerías Maeght y Marlborough antes de formar parte en la primera retrospectiva sobre Bacon organizada en el Grand Palais de París en 1971. Con una azarosa trayectoria que le llevó a Caracas, Lugano y Yale, la obra fue vendida en el año 2000 en Christie´s Nueva York, donde se marcaba el mejor registro de Bacon hasta la fecha con 6.6 millones de dólares.
Francis Bacon y George Dyer, amante e inspiración del dublinés durante muchos años, se conocieron en 1964. ¿Cómo se conocieron? Pues el propio Bacon reveló que sorprendió a Dyer robando en su taller y esa misma noche acabaron acostándose juntos. Después de una tormentosa relación, Dyer se suicidó en 1971.
En la misma subasta también se presentará Cracked egg (Magenta) de Jeff Koons, una obra valorada entre ntre 10 y 15 millones de libras (de 16 a 24 millones de dólares). Este huevo roto del rey del ‘kitsch’ es una de las grandes piezas del artista estadounidense que aparecen esta temporada en subasta. Precisamente en la misma subasta en la que Bacon rompía todos los registros Koons se convertía en el artista vivo más caro del mundo con Balloon dog (Orange), rematado en 58.4 millones de dólares. Parece que la dupla Bacon-Koons funciona a la maravilla.