Fundación Santander trae a España la mejor colección de la Europa del Este
La polaca Grażyna Kulczyk Collection, una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes del Este de Europa, se presenta por primera vez fuera de Polonia en la Sala de Arte Santander, en Madrid.
‘Everybody Is Nobody for Somebody” es el título de la exposición que, del 15 de febrero al 15 de junio de 2014, organiza Fundación Banco Santander en la Sala de Arte de la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte. Grażyna Kulczyk, la coleccionista, Timothy Persons, comisario de la exposición, y el vicepresidente de Banco Santander, Matías Rodríguez Inciarte, inauguraron la muestra el día 14 de febrero.
Es, sin duda, un acontecimiento artístico en cuanto a arte contemporáneo se refiere por dos razones importantes. La primera es que Grażyna Kulczyk, propietaria de esta colección de arte contemporáneo, la más importante de Polonia y una de las más destacadas del Este de Europa, ha elegido nuestro país, y la Sala de Arte Santander, para presentar al público por vez primera una selección con lo mejor de su colección. La segunda razón es que la muestra da a conocer a importantes artistas polacos hasta ahora desconocidos por el público español, creadores que hasta el final de la URSS trabajaron casi en total anonimato y que sin embargo actualmente son reconocidos internacionalmente como grandes maestros del arte contemporáneo.
A este desconocimiento del arte polaco alude el propio título de la exposición, “Everybody Is Nobody for Somebody”, que nos viene a decir que todos somos desconocidos para alguien. La exposición trata de crear un diálogo entre artistas polacos, como Magdalena Abakanowicz, Roman Opałka, Miroslaw Bałka, Zofia Kulik, Wojciech Fangor, Zbigniew Libera o Katarkyna Kozyra, con importantes artistas internacionales no polacos, como Anselm Kiefer, Olafur Eliasson, Donald Judd, Jenny Holzer, Sam Francis, VALIE EXPORT, Bettina Rheims o Antoni Tàpies, del que se exponen dos obras que por primera vez llegan a nuestro país.
Belleza y oscuridad, religión y erotismo, estética y provocación, entretenimiento y reflexión se mezclan de manera brillante en esta exposición que tiene tres claras líneas diferenciadas: una femenina, con la mujer como fuerza catalizadora de la creación; otra relacionada con el arte conceptual, el arte minimalista, el Op art y el arte abstracto; y la última referente a la memoria colectiva y el peso de la historia tan presente en el arte polaco.
Para la coleccionista Grażyna Kulczyk: “la exposición refleja el denominador común que comparten artistas polacos y del Este de Europa con sus contemporáneos de Europa Occidental y Estados Unidos”. A pesar del aislamiento cultural sufrido en Polonia durante el periodo comunista, añade Grażyna, “el arte polaco se mantuvo próximo a los principales movimientos y avances artísticos internacionales y no fue en ningún caso inferior al de las figuras occidentales”.
Timothy Persons, comisario de la exposición, explica que “a través de esta exposición lo que pretendo es mostrar la personalidad de Grażyna, una de las más importantes pioneras culturales del Este de Europa”. La selección de las obras, añade Persons, “pretende resaltar la singularidad y profundidad de la colección de Grażyna a la vez que nos recuerda que el arte es un lenguaje universal, una ventana abierta donde mirar desde diferentes perspectivas”.
Según Borja Baselga, director de Fundación Banco Santander, “lo que intentamos desde la Fundación es que el público pueda conocer de cerca las obras de los grandes artistas de la actualidad”, de ahí nuestro compromiso, señala “para traer a esta Sala de Arte Santander las mejores colecciones de arte contemporáneo nunca antes vistas en nuestro país”. El caso de Grażyna Kulczyk Collection, continúa Baselga, “es el de un tesoro artístico contemporáneo que llega por primera vez a España”.
La Sala de Arte Santander, en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte, en Madrid, acoge esta muestra que incluye más de 100 obras de artistas contemporáneos que abarcan desde finales de los años 40 hasta nuestros días. Sin duda, el descubrimiento de esta colección polaca es un hecho completamente inusual en nuestro panorama cultural, y una oportunidad irrepetible para el público de contemplar un recorrido artístico que nunca se había visto antes.