Picasso según Warhol, Banksy y el arte contemporáneo
El Museu Picasso inaugura "Post-Picasso: Reacciones contemporáneas". La exposición reúne 58 obras de artistas contemporáneos hasta el 29 de junio. Analiza la influencia del artista malagueño en el arte contemporáneo.
La frase "Los malos artistas imitan, los grandes artistas roban" esculpida en una losa de mármol y con la firma de Pablo Picasso tachada para ser firmada debajo por Banksy. En realidad la frase de Picasso rezaba "los grandes artistas copian, los genios roban", pero el maestro mundial del arte callejero y el graffiti es muy libre de reinterpretar lo que roba en su Cita de Picasso (2009), como 'gran artista' que se proclama, y que es.
La de Banksy es una de las 58 obras expuestas desde este jueves y hasta el 29 de junio en el Museu Picasso de Barcelona en la exposición "Post-Picasso: Reacciones contemporáneas", la primera muestra dedicada a mostrar la importancia del genial artista malagueño en el arte contemporáneo y la reacción de los artistas a su obra en los 40 años transcurridos desde su muerte en 1973.
El grafitero británico y otros 40 artistas contemporáneos, como Andy Warhol, Jean-Michel Basquiat, Rachel Harrison, Fred Wilson, Jasper Johns, Guillermo Kutica y Daniel Boyd, entre otros, procedentes de todos los continentes reinterpretan grandes obras de Picasso, como el Guernica o Las señoritas de Avignon, o se inspiran en el cubismo y en los otros estilos que cultivó el artista español.
La muestra, comisariada por Michael FitGerald, pretende discernir si la influencia que Picasso ejerció indiscutiblemente a lo largo de su vida sobre el arte, ha seguido siendo relevante para el arte contemporáneo, un debate no ajeno a la polémica pues muchos consideran que artistas como Marcel Duchanm han sido más trascedentes.
Estos artistas "reinterpretan los significados de la obra picassiana, liberando su legado de las restricciones impuestas por ideologías del pasado y exploran y disputan el estatus del artista sin reservas", explican desde el museo.
Del Guernica a Las señoritas de Avignon.
La exposición, que no recoge ni un solo cuadro de Pablo Picasso -sí pueden verse en la colección permanente del museo-, dedica dos de sus cinco secciones a rastrear la huella dejada por dos de las obras maestras de Picasso: el Guernica (1937) y Las señoritas de Avignon (1907).
Así, el alegato contra la Guerra Civil Española que pintó Picasso sigue siriviendo para inspirar a artistas no occidentales en la denuncia de los conflictos bélicos y políticos, como en el caso de los artistas indios M.F. Hussain, que en su ciclo Mahabharata denuncia la partición del país y las guerras que le siguieron, y Atul Dodiya, que en Lamentación reflexiona sobre la violencia crónica en el quincuagésimo aniversario de la independencia de la India. No somos visibles sino cadávares, de Dia Al-Azzawi (Irak), y Lo inavitable, de Ibrahim el-Salahi (Sudán), también beben del Guernica.
Las señoritas de Avignon, considerado el cuadro precursor del cubismo, sirve a los artistas contemporáneos para juzgar la originalidad del arte occidental moderno y las complejas relaciones multiculturales en el mundo actual. En esta sección pueden contemplarse obras como El harén de Aviñón cumple cien años (2007), de Bedri Baykam (Turquía), Picasso/¿Quién dicta las reglas? (1991), del estadounidense Fred Wilson o La entrada secreta II (1999), del cubano Armando Mariño.
Una tercera sección de "Post-Picasso: Reacciones contemporáneas" está dedicada a mostrar cómo el cubismo sigue inspirando a artistas de hoy en día, pese a ser un movimiento centenario. Así, Guillermo Kutica (Argentina) y George Condo (EE.UU.) integran la cuadrícula y la fusión de planos del cubismo analítico en el gran formato de la pintura de finales del siglo XX, mientras que el chino Zhang Hongtu recurre en Nido de pájaro (2008) a los planos fragmentados del cubismo, con la introducción de palabras y cifras, para deconstruir el estadio de los Juegos Olímpicos de Pekín y protestar por el trato hacia el Tíbet del régimen chino.
Las épocas azul y rosa de Picasso sirven a artistas del siglo XXI para asemejar a sus pobres y desamparados trabajadores con, por ejemplo, los cartoneros que escarban en los vertederos de basura de Río de Janeiro, que retrata en La planchadora (Isis) (serie de imágenes de basura) (2008) Vik Muniz. En esta sección de la exposición también se examina el reflejo de los arlequines del pintor malagueño en obras como Sops for Cerberus (2008), de Rachel Harrison, que yuxtapone las figuras picassianas con las de la fallecida cantante Amy Winehouse.
Picasso, padre del grafiti.
La obra última de Picasso, criticada por muchos que consideraban al artista demasiado viejo y débil para controlar su oficio, es reivindicada y fuente de inspiración para artistas jóvenes como Jean-Michel Basquiat, que considera el estilo tardío del genio malagueño como el precedente de la combinación de técnicas pictóricas tradicionales con las marcas toscas del grafiti. Sin título (Pablo Picasso) (1984) es su particular homenaje incluido en la sección titulada "Obra última".
El último apartado de la muestra se dedica al surrealismo, que cultivó Picasso en los años 20 y 30. Aquí pueden verse la reinterpretación del símbolo del minotauro que realiza la estadounidense Elaine Riechek o la apropiación del Retrato de Jaume Sabartés con gorguera (1939) que realiza el indio Atul Dodiya en Las uvas verdes (1997).
Otro de las maravillas que nos permite ver el Museu Picasso de Barcelona es Cabeza (según Picasso) (1985), una de las 19 pinturas de la serie de serigrafías que realizó Andy Warhol tras adquirir ese año la obra Cabeza de mujer (1965) maravillado por la muestra que dedicó el MOMA a Picasso en 1980 y que también cautivó a los entonces jóvenes Basquiat, Condo y otros artistas representados hoy en Barcelona y que demuestran la influencia indiscutible del malagueño en el arte contemporáneo.
Fuente RTVE.es (LAURA G. TORRES): Picasso según Warhol, Banksy y el arte contemporáneo...