TEFAF, la feria de arte... de lujo
Si el pasado febrero Madrid fue un torbellino de ferias de arte -ARCO, ArtMadrid, JustMad-, donde había de todo y (casi) accesible para todos, el mes de marzo tiene una feria estrella y famosa en todo el mundo: TEFAF.
Pero esta cita artística no es accesible para todos (ni tan siquiera 'casi'). TEFAF-Maastricht es la feria, de arte y antigüedades, más relevante del mundo, el termómetro que mide lo que es arte y se vende caro; lo que no reúne esas condiciones no tiene interés para el mercado del arte internacional, ni tiene cabida en esta exquisita muestra. Su prestigio se debe a su firme compromiso con la calidad y la pluralidad de objetos expuestos. Y digo bien objetos, porque un jarrón de Fabergé, un mandala budista, un brazalete de oro y brillantes, una máscara ritual, una sopera que perteneció a Catalina La Grande, o el cuadro Moulin de la Galette, de Vincent van Gogh, son objetos que encantan a los diletantes ricos caprichosos. Son objetos con historia... y algunos incluso con leyendas de cine.
El cuadro de van Gogh va ser, sin duda, una de las atracciones de la edición de este año. Su precio de venta aun no ha sido comunicado, pero es seguro que alcanzará las 8 cifras. Lo que sí sabemos es su ficha técnico-sentimental: la obra fue pintada en París durante un periodo de enorme importancia en la vida del artista, cuando pasó de pintar sombrías escenas de la vida campesina holandesa a crear paisajes post-impresionistas de colores vivos. En 1906 Johanna van Gogh, viuda de Theo -el hermano mecenas de Vincent-, entregó el cuadro al pintor Isaac Israëls, que había sido su amante tras la muerte de Theo. Más adelante pasó a ser propiedad del millonario americano en el que Ian Fleming se basó para crear el personaje de Goldfinger, el malo de la famosa película de James Bond.
Un verdadero cuadro con historia, en el que la leyenda sumará para conjeturar su fluctuante precio.
Sabido es que los ricos y famosos -por ricos- suelen ser muy listos, pero algunos ni siquiera sospechan que la más elegante manera de engañarles es vendiéndoles arte de lujo... arte y vanidad.
Fuente elEconomista.es (Pedro Grifol): TEFAF, la feria de arte... de lujo...
