El escultor que reproducía en mármol la sangre y la carne
"Las pasiones de Jean-Baptiste Carpeaux" es la primera gran exposición en los últimos 40 años dedicada al torturado y violento escultor francés del siglo XVIII. El MET de Nueva York ha reunido 160 piezas del artista, muerto a los 48 años.
"Padre: más corto será el duelo si comes de nosotros: tú que vestiste nuestra carne, desnúdala si quieres". Los dos hijos y dos nietos del conde Ugolino della Gherardesca, viendo cercana la muerte por inanición tras nueve meses encerrados por traición en una cárcel de Pisa (Italia), formulan la petición de ser devorados. Según relata Dante en la Divina Comedia basándonse en sucesos reales, el padre y abuelo —que ha pasado a la historia como el Conde Caníbal—, no sabe que decisión tomar y decide comerse sus propios dedos.
La bárbara situación fue representada mejor que nadie por Jean-Baptiste Carpeaux en la pieza escultórica de mármol Ugolino y sus hijos. En la obra, de 2.250 kilos de peso y casi dos metros de alto, es posible discernir el tormento, la tensión, el abandono, la rabia y "cada célula" de los cuerpos, dice James Draper, quien define al artista francés como "el escultor de la carne y la sangre". La exposición que coordina Draper, The Passions of Jean-Baptiste Carpeaux (Las pasiones de Jean-Baptiste Carpeaux), demuestra que la afirmación no es exagerada.
Cesiones del Louvre, el D'Orsay...
La muestra, que puede verse en el Metropolitan (MET) de Nueva York hasta el 26 de mayo, es la primera antología a gran escela de Carpeaux que se celebra en los últimos cuarenta años. Contiene nada menos que 160 obras, sobre todo esculturas pero también óleos y dibujos muy poco conocidos, y ha sido posible gracias a la cesión de un buen número de piezas de importantes muesos europeos —D' Orsay, Beaux -Arts de Valenciennes (lugar de nacimiento de Carpeaux ), Louvre , Petit Palais, Ny Carlsberg Glyptotek deCopenhague— el Getty de Los Ángeles (EE UU) y de colecciones privadas.
La retrospectiva explorará la vida y obra de un escultor de talento excepcional pero profundamente atormentado, un verdadero hijo de su época, el embrigador Segundo Imperio de Francia (1852-1871) , un creador que buscó inspiración en el equilibrado clasicismo Miguel Ángel —estudió en Roma tras ganar una beca en un concurso nacional en Francia y empleó piezas del gran maestro renacentista (en concreto Lacoonte y sus hijos) como fuente inspiradora, al igual que Auguste Rodin tomó de partida Ugolino y sus hijos para su icónico El Pensador.
Atentados con tinta contra "La danza".
La breve carrera de Carpeaux, nació en 1827 y murió prematuramente en 1875, a los 48 años, bascula entre el éxito y el reconocimiento —la corte de Napoleón III le encargó proyectos públicos que pretendían monumentalizar el imperio, entre ellos la ornamentación del pabellón de Flora del Louvre y la Ópera de París—. En el lado derecho de la fachada de este edificio, después de tres años de esbozos, colocó otro de sus grandes grupos, La Danza (1869), que fue criticado como una ofensa a la decencia —muestra figuras desnudas de mujeres que bailan en torno al hombre que representa el espíritu de la danza y se dijo que Carpeaux había esculpido la pieza también sin ropa y mientra las modelos bailaban frenéticamente a su alrededor—, llegó a sufrir atentados con tinta y también está incluido en la exposición de Nueva York.
Aunque la potencia de las dos obras maestras de Carpeux nubla el resto de su producción, el francés fue un artista polifacético y prolífico. Escultor de la emoción y precursor de toda la escultura posterior, impregnó su obra con un carácter fuerte, duro y visceral yse esforzó por el realismo anatómico en todos los medios, pero sobre todo en sus esculturas de mármol y bustos, que "parecen capturar la carne y la sangre en la piedra". La exposición sondea en la "obscuridad y desesperación" de la existencia del artista, enfermizo, depresivo y de muy violentos cambios de humor (fue extraordinariamente cruel con su esposa Amélie, de quien hizo conmovedores retratos que también se exhiben).
"Provoca lágrimas y sonrisas".
El carácter cambiante, que podía pasar de la dulzura a la rudeza en cuestión de minutos, se deja ver en el tono de intensidad extrema de sus obras, opinan los orginizadores. "Éra compulsivo, indignante, un más que difícil esposo, un padre amoroso... Carpeux provoca lágrimas y sonrisas, pero sus obras también te hacen sentir que conocía mejor que nadie a sus modelos, hasta cada corpúsculo de llos ", dice Draper.
Hijo de un albañil y una bordadora de encajes, Carpeaux regresó de disfrutar la beca en Roma —donde concluyó Ugolino y sus hijos— convertido en el gran escultor de su tiempo. Fue nombrado tutor de arte del único hijo del emperador Napoleón III y su esposa Eugenia, Eugène-Louis-Jean-Joseph Napoléon, el Príncipe Imperial, a quien retrató al óleo cuando el niño tenía 8 años con el perro Nerón, un regalo del embajador ruso.
La imagen del príncipe heredero fue recibida con entusiasmo y se reprodujo en diferentes tamaños y soportes, desde el bronce a las galletas. Incluso después de la caída del Imperio y la temprana muerte trágica príncipe, asesinado por los zulúes en Sudáfrica en 1879, la fábrica de porcelana de Sèvres siguió vendiendo la figura con el título de Niño con un perro.
Fuente 20 Minutos (ÁNXEL GROVE): El escultor que reproducía en mármol la sangre y la carne...