Una parte de la historia del arte «casi inédita»
La Fundación Masaveu presenta en Madrid el estudio de Carlos Nodar sobre la policromía de los retablos en Asturias, que pretende servir de manual para futuros estudios.
Policromía de retablos en el Norte de España: Asturias, siglos XVII-XVIII' es un libro que recoge el proyecto del historiador y restaurador Carlos Nodar Monar y que pretende revalorizar y divulgar el patrimonio retablístico asturiano tanto dentro como fuera del Principado. La obra fue presentada ayer en el Auditorio Caja de Música de CentroCentro Cibeles, en Madrid, coincidiendo con la celebración del Día del Libro.
«Con este trabajo queremos dar a conocer una parte de la historia del arte casi inédita en la historiografía asturiana», señaló el autor. Así, este proyecto recoge los trabajos desarrollados gracias a la beca de investigación en arte que la Fundación María Cristina Masaveu Peterson otorgó a Nodal, y que prevé implantar la especialidad de la policromía en Asturias y servir de manual para aquellos futuros estudios especializados que se realicen en el norte de España.
Y es que esta policromía de retablos es muy numerosa en Asturias, pero debido a su diseminación por todo el territorio, la población no los conoce. Por ello, Nodal desea que gracias a este libro llevado a cabo tras «pacientes y minuciosos trabajos de retrato fotográfico» todos los amantes del arte puedan contemplar estas obras. Según la Fundación, este libro es una herramienta necesaria y fundamental para el fomento de la conservación y la restauración de estas obras y un fondo documental científico para la consulta de restauradores, investigadores, académicos y docentes.
El autor explicó que el texto se acompaña de una amplia galería de imágenes que sirven de apoyo inequívoco al estudio estilístico de los diferentes periodos. Además, señaló que era necesario darle a la policromía el protagonismo que se merecía porque «siempre ha estado a la sombra de las creaciones arquitectónicas». Nodal, que ha dedicado el libro a la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, puso de relieve cómo hasta el siglo XVIII se consideraba la creación de estos retables como un arte mecánico, «como podía ser un carpintero o un zapatero».
Por su parte, Ana González Rodríguez, consejera de Cultura del Gobierno del Principado, manifestó que las administraciones públicas tienen la obligación de proteger el patrimonio y de hacerlo llegar a todos los ciudadanos. Sin embargo, reconoció que esto no siempre es sencillo porque «muchas veces no se cuenta con los recursos para mantener las obras en perfecto estado». Por ello, quiso agradecer tanto al autor como a la Fundación su labor porque «ahora muchas obras que pasaron durante décadas desapercibidas están siendo redescubiertas».
«La vida es un retablo del que todos formamos parte», expresó el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, que destacó el valor de esta obra porque, según él, «este mundo necesita la belleza que los artistas le otorgan para no precipitarse a la desesperación».
Fuente ElComercio.es (EDURNE MARTÍNEZ | MADRID): Una parte de la historia del arte «casi inédita»...