David Delfín se expone
Tras desfilar el pasado mes de febrero en la Semana de la Moda de Nueva York por primera vez, David Delfín (Ronda, 1960) está a punto de cruzar otra vez el Atlántico, esta vez con destino a Washington, donde el próximo miércoles presenta una retrospectiva de sus últimos diez años de trabajo con una exposición de su obra a través de la fotografía, la moda y el arte audiovisual.
La muestra se enmarca dentro de la Preview Spain Arts&Culture 2009, que anualmente organiza la Fundación Spain-USA con el fin «de mostrar la cultura española al mundo», explica el modista, al tiempo que describe lo que se podrá ver en la galería Corcoran: «hemos recuperado un montón de material que vamos a presentar en diferentes soportes: collage, dibujos, fotos, videos y unos maniquíes gigantes, vestidos con distintas piezas de mis colecciones».
Y es que el malagueño se ha tomado muy en serio eso de hacer las Américas.
«La verdad es que necesitaba dar este salto, tanto a nivel personal como profesional. Allí soy David Delfín nada más, sin burkas ni polémicas, es gratificante ver que te observan con una mirada limpia de prejuicios. Por otra parte, es un país con muchas posibilidades, comercialmente hablando», reconoce el modista.
Por eso, en cuanto acabe en Washington volará directo a Nueva York para perfilar los detalles de su próximo desfile en la Gran Manzana, que tendrá lugar el próximo mes de septiembre, durante la Semana de la Moda.
«Nos desplazaremos a Manhattan para barajar fechas y localizar el emplazamiento», explica, a la vez que desvela algunos detalles de la nueva colección que, bajo el título de «Playback», supondrá una arriesgada apuesta por el color.
«Necesitaba dar un giro, las ultimas colecciones han sido muy oscuras, y ahora me apetecía manejar colores.
El verde —mi preferido— estará muy presente en toda la colección, el azul marino sustituirá al negro y aplicaré la paleta de color que Le Corbusier utilizó en sus trabajos en la década de los 20. Van a ser colores muy poco vistos».
Sin duda alguna, Davidelfin —su nombre convertido en marca— volverá a provocar de una manera u otra cuando los focos iluminen sobre la pasarela sus trasgresores diseños.
«La provocación es un buen antídoto contra el aburrimiento y, aunque siempre digo que me gusta provocar emociones, la provocación fácil no me interesa», reconoce el modista, a quien algunos han tachado, además de provocador, de exhibicionista.
«El exhibicionismo, si esta bien dosificado, es necesario», dice.
Mucho ha llovido desde que en 2001, en su debut en Cibeles, protagonizara una agria polémica al mostrar modelos con capuchas y sogas al cuello, lo que algunos catalogaron como una apología del maltrato femenino.
«Lo pasamos muy mal.
Nunca se está preparado para esas críticas.
Me curé trabajando y centrándome en mis proyectos, si no me hubiera vuelto loco», confiesa este malagueño que un día hizo las maletas y cambió la estabilidad de su hogar familiar en Marbella por la aventura de lo desconocido.
«De aquel muchacho quedan aún muchas cosas: el entusiasmo, la pasión, las ganas de saber y las inquietudes —confiesa—.
A pesar de haber pasado veinte años, la inquietud sigue ahí intacta, es la misma que me impulsó a dejar Marbella para venir a Madrid, y que ahora me ha llevado hasta Nueva York».
Davidelfín presenta el 10 de junio «Fashion & Art in Spain» en la "Corcoran Gallery of Art" de Washington.
