El artista melancólico y bizarro
En sus 'Vidas', Vasari le describió como melancólico, introvertido y solitario. El pintor italiano Jacopo Carrucci (1494-1557), conocido como Pontormo, ha pasado a la Historia del Arte como uno de los artistas más extravagantes del siglo XVI y buena culpa de ello la tiene el diario en el que dejó escrito hasta su última digestión; pero también la fuerza de unos dibujos que parecen salirse del papel.
La mayoría de estos trazos preparatorios se guardan en la galería de los Uffizi y una amplia selección del corpus florentino forma la muestra 'Pontorno. dibujos', que la Fundación Mapfre tendrá abierta hasta el próximo domingo en su sede de Recoletos.
Las salas son oscuras para la conservación de las obras y esa luz escasa permite darse de bruces con los movimientos, las posturas difíciles y una maestría que, según nos explica María López Fernández, conservadora jefe de la Fundación, influyó en todos los dibujantes posteriores, y cita el caso especial de Giacometti. "Nuestro objetivo, más que mostrar la importancia desde el punto de vista compositivo para los cuadros que vendrían después, era que el visitante pudiera apreciar la fuerza arrolladora, su enorme expresividad y esa riqueza del trazo".
Unas características en las que, señala la experta, parece leerse al personaje: "El dibujo de Pontormo siempre se ha entendido de una manera muy moderna, porque Pontormo parecía expresar a través de sus dibujos mucha parte de su interioridad". Allí están sus fantasmas y sus preocupaciones. "Se le identifica como un artista satúrnico y eso hace que haya mucha literatura alrededor".
Como el recorrido contempla desde muestras de su primera época hasta sus trabajos finales para el coro de la iglesia de San Lorenzo de Florencia, se aprecia todo su camino vital: que era un hombre cultivado, al que le interesaban todas las tendencias del momento. Que en su juventud estuvo muy influido por su maestro, Andrea del Sarto (1486-1530), pero que el descubrimiento de Durero le llevó por otros derroteros.
"Él absorbe toda esa manera completamente ajena de plantear el dibujo y luego se va transformando", añade María López. "Hacia el final se vuelve más fino y etéreo, cada vez más espiritual". Una evolución que va pareja a su vida. Se encierra y sólo se preocupa de los temas para el coro en los que trabaja. Le facilitan su relación con el más allá.
El diario, como lo hacen los dibujos, contribuye a su leyenda: "Es un hombre bizarro, como dicen los italianos, que contribuye a rodear de un aura mágica y a la vez maldita todos sus dibujos".
'Pontormo. Dibujos'. Fundación Mapfre (Paseo de Recoletos, 23. Madrid). Lunes, de 14 a 20h. Martes a sábado, de 10 a 20 h. Domingos y festivos, de 11 a 19h. Hasta el 12 de mayo. Entrada gratuita.
Fuente Metrópoli: El artista melancólico y bizarro...