El Centro Botín potenciará la «inteligencia emocional en España» a través del arte
«El centro será un lugar pionero en el mundo para generar riqueza económica y social a través de la creatividad», aseguró ayer Botín.
La Fundación Botín presentó este miércoles el informe «Artes y emociones que potencian la creatividad» que ha realizado en colaboración con investigadores del Centro de Inteligencia de la Universidad de Yale (EE.UU.), y que, según explicó el presidente del Banco Santander y presidente de la Fundación Botín, Emilio Botín, «es un primer paso» en el proyecto del Centro Botín que se está construyendo en Santander.
El proyecto del Centro Botín tratará, según explicó el presidente, de potenciar «la inteligencia emocional en España, para que ayude a tener nuevas ideas, generar nuevas empresas y desarrollar nuevas maneras de hacer las cosas», a través de la difusión del arte. Por ello, incidió en que «el centro será un lugar pionero en el mundo para generar riqueza económica y social a través de la creatividad», aseguró.
Precisamente, el informe contiene los resultados de una investigación acerca de la aportación de las distintas disciplinas artísticas a quienes participan de ellas, como creadores o como espectadores, para potenciar la creatividad y la inteligencia emocional. De acuerdo con los resultados de la investigación, «las artes ayudan a identificar y gestionar las emociones, que permiten generar estados de ánimo para ser más creativos».
En la presentación del informe participaron también el director de la Fundación Botín, Íñigo Sáenz de Miera; el dramaturgo Albert Boadella y la investigadora de la Universidad de Yale (EE.UU.), Zorana Ivcevic. Precisamente la investigadora, que es coautora del estudio, ha incidido en la idea de que la creatividad no se limita a la creación artística sino que «existe en todos los aspectos de la vida diaria, desde un adolescente que decora su 'skateboard' hasta un padre que diseña una silla de ruedas para su hijo o Steve Jobs y Apple cuando reinventan el teléfono para convertirlo en un ordenador de bolsillo».
Una decisión personal.
Según explicó Ivcevic, para que la creatividad exista es necesario primero que exista el objetivo de ser creativo, sea de forma implícita o explícita, de modo que quienes tratan de desarrollar nuevas ideas adopten «un modo de pensar concreto, flexible, y estén dispuestos a crear conexiones entre conceptos que nadie había conectado previamente». «Es necesario tomar la determinación de ser creativo --asegura-- porque cuando se tiene una idea puede producirse cierta ansiedad. A menudo cuando compartimos una idea creativa somos criticados porque otros la encuentran amenazadora».
Por otra parte, indicó que en este proceso de «creación» interviene también a menudo la experiencia de «frustración» ante «ideas que no funcionan como se esperaba o que acaban siendo piezas deshilvanadas dentro de un proyecto». «Estas emociones son difíciles de gestionar", recordó, por lo que insistió en el desarrollo de las habilidades de gestión emocional como «la clave para mantener la pasión por el trabajo personal y la creación». «No quiero estar a merced de mis emociones. Quiero usarlas, disfrutarlas, dominarlas», concluyó la investigadora, parafraseando a Oscar Wilde en «El retrato de Dorian Gray».
El arte no es entretenimiento.
Así, el informe publicado por la Fundación Botín recorre las distintas disciplinas artísticas analizando su aportación desde la perspectiva de su aportación a la creatividad y a la gestión, control y comunicación de las emociones y de las experiencias asociadas a ellas. Se da la paradoja de que este principio de la comunicación humana abre la mente a cotas mucho más refinadas que todas las formas reglamentadas del lenguaje convencional», insistió Boadella por su parte, que señaló que los mecanismos sensoriales del arte permiten «resultados muy superiores» para la transmisión de mensajes «en cuanto a profundidad y complejidad se refiere».
El dramaturgo lamentó, sin embargo, que, pese a que el arte sea un elemento asociado al género humano «desde hace muchos y muchos milenios», a su juicio «existen muchas personas en el mundo cuya vida no cambiaría sustancialmente sin música, sin cine, sin literatura y que no son miembros de tribus o etnias remotas sino personas del mundo desarrollado». De hecho, ha criticado que «buena parte de la administración política actual muestra esta actitud cuando considera que cualquier otra materia está por encima de algo que cree puramente entretenimiento. El IVA cultural es una demostración ostensible de esto».
A este respecto, ha señalado que, efectivamente, «se puede vivir sin arte, pero de igual modo que se puede vivir sin amar, sin viajar o incluso sin pensar» pero ha advertido de las posibles consecuencias de eliminar el cultivo de «algo que se considera sustancial para el ser humano» y sin lo cual, como sin las ciencias, "la distancia con el primate se acortaría considerablemente». Por ello, el artista pidió que se fomente «ya desde la infancia un mayor grado de desarrollo de cada personalidad a través del arte». A su juicio, la implicación del arte en todas las fases educativas, contribuiría a «desarrollar facultades más extensas en el terreno de las emociones y por tanto a la posibilidad de ampliar los márgenes del conocimiento mediante el desarrollo completo de la sensibilidad y la inteligencia comunicativa».
Valor terapéutico.
En esta línea señaló también el «valor terapéutico» que aporta la creación y el consumo de obras artísticas y que de por sí sería suficiente --ha bromeado-- «para que el arte dependa del Ministerio de Sanidad en lugar del de Educación». Por un lado, ha destacó que «resulta evidente que reporta acciones beneficiosas para el cuerpo y la mente de aquel que lo disfruta como espectador». Por otro, «hay innumerables ejemplos de grandes profesionales en los que la creación de sus propias obras ha conseguido actuar como un potente estímulo para contener o bloquear determinados desequilibrios en su carácter» así como «estimular zonas sublimes de su personalidad absolutamente desconocidas hasta el momento».
Esto se debe, según indicó, al hecho de que «además de estimular las posibilidades de la inteligencia y de la receptividad, proporciona un gran equilibrio emocional por la empatía que exige y su imprescindible comunicación a los demás». «Hay un amplio terreno de acción» en este ámbito, aseguró. Por ello, ha apuntado a la labor de organizaciones como la Fundación Botín que tienen la posibilidad de aprovechar «las oportunidades de crecimiento emocional y cultural de mucha gente a través de las prácticas artísticas».
«No es posible un amplio progreso humanístico de los individuos relegando al puro entretenimiento uno de sus impulsos esenciales, que ha sido hasta ahora motor imprescindible de la evolución mental y espiritual de todo el género humano. El arte debe estar al alcance de todos», concluyó.
Fuente ABC (EP / MADRID): El Centro Botín potenciará la «inteligencia emocional en España» a través del arte...
