El arte de la posguerra inunda el Reina Sofía en su XX aniversario
Dos décadas y seis directores después, el Museo Reina Sofía reordena su cuarta planta con la exposición '¿La guerra ha terminado? Arte en un mundo dividido (1945-1968)', que no es más que una especie de 'collage' donde los fondos propios se entremezclan con depósitos temporales de lo más diverso.
Pasar de Picasso a Tàpies, pasando por vitrinas con libros y revistas o proyecciones de películas de Alain Resnais y otros, es el itinerario que ha puesto en pie Manuel Borja-Villel, apenas dos años al frente del centro de arte contemporáneo.
Un salto más bien disperso que integra algunos depósitos temporales, como uno centrado en el letrismo o la colección particular (fraguada, eso sí, sin el rigor institucional) de un constructor alemán fascinado por el expresionismo abstracto.
El discurso se fragmenta para dar forma a una muestra tal vez llamada a hacer honor a esta frase de Borja-Villel: "Éste es un museo que siempre está cuestionado porque siempre cuestiona".
Después de que la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, inaugurase la exposición y anunciara una "ley propia" para "agilizar la gestión" del museo, la Reina Doña Sofía se ha acercado al centro artístico que lleva su nombre para echar la vista atrás a estos 20 años de actividades en el antiguo hospital de San Carlos.