Cómo encontrar ángeles en París
Ilya y Emilia Kabakov sueñan la ciudad ideal para la Monumenta de París.
El consuelo que ofrece la utopía, término acuñado en 1516 por Tomás Moro, ha permitido a los seres humanos esperanzarse ante la posibilidad de un lugar mejor que, de momento, no existe. Los grandes utopistas del Renacimiento soñaron con sociedades colectivizadas, teocráticas o tecnocráticas donde se alcanzaría la armonía, la felicidad y la dignidad humana.
Y es en este sentido donde habría que ubicar la 'Extraña ciudad' que han construido los veteranos artistas conceptuales de origen ruso Ilya y Emilia Kavakov en el Grand Palais de París y que se enmarca en la última edición de Monumenta, certamen que a partir de ahora tendrá un carácter bienal y que este año se podrá visitar hasta el 22 de junio. Se trata de una cita en la que se invita a artistas internacionales consagrados a realizar una instalación de grandes proporciones en el interior de la inmensa nave de hierro y cristal de 13.500 metros cuadrados. Creadores de la talla de Richard Serra, Christian Boltanski, Anish Kapoor o Anselm Kiefer han participado en anteriores ediciones de Monumenta.
"Todo el mundo busca su propio paraíso, el problema es que cualquier istmo, ya sea el cristianismo, el socialismo, el capitalismo o el fascismo, se apropia y paraliza este ideal del paraíso", comenta Emilia Kavakov. Frente a la parálisis dogmática, los artistas apuestan por recuperar una concepción idealista, escatológica y dinámica de la utopía. La artista desvela que han estado inmersos en este proyecto desde hace cuatro años. "Trabajamos sobre una ciudad utópica porque procedemos de un país fundado en la utopía", reconoce la creadora. Su marido, Ilya Kavakov, fue en los años 70 el artista más importante del conceptualismo de Moscú. En los años 80 la pareja emigró a Nueva York.
"La 'Extraña ciudad' pretende llamar la atención en la importancia de la experiencia más allá de la forma del proyecto; también quiere invitar al espectador a que se tome su vida cotidiana de manera más pausada, apelando, para ello, a las emociones, a las sensaciones y a la memoria", comenta la autora.
Una vez se inicia el recorrido, en la gran nave del Grand Palais el espectador se topa con una enorme cúpula de 22 metros de ancho que cambia permanente de color como una representación del estadio espiritual a alcanzar. Los creadores reciclan la impactante estructura que realizaron para la escenografía de la ópera de Olivier Messiaen 'San Francisco de Asis' organizada por el Teatro Real y que pudo verse en el Madrid Arena hace tres veranos.
Frente a esta bóveda, que replica de alguna manera la estructura cenital de hierro y vidrio del Grand Palais, se alza, blanca y amurallada, la ciudad. Se inicia el recorrido accediendo a un 'Museo vacío', un espacio que reproduce una galería de exposiciones clásica en la que no cuelga ningún cuadro. En vez de ello, suena la 'Passacaglia y fuga en do menor' de Bach.
El resto de pabellones de la ciudad ofrecen ejemplos precisos de sociedades e individuos utópicos que, de alguna forma, pueden establecer una relación con entidades suprasensibles, con "las energías cósmicas", según la denominación de los autores. Un ejemplo de esto es la sala titulada '¿Cómo encontrar un ángel?' en la que, con un enorme sentido poético, se presenta una gran estructura de madera a base de escaleras ensambladas que permiten a un individuo situado en su cima contactar con un espíritu celeste.
Fuente El Mundo (LUIS ALBERTO ÁLVAREZ | PARÍS): Cómo encontrar ángeles en París...