Cultura admite que no sabe qué hacer con el antiguo Museo del Ejército
El destino del antiguo Museo del Ejército en Madrid sigue en un limbo. Y la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, no despejó la incógnita. Durante la inauguración, ayer, de la exposición Domusae, espacios para la cultura, que ocupa ahora una parte de ese deshabitado edificio, declaró que no se iba a iniciar ninguna acción "hasta que no estén estudiados todas las propuestas de los proyectos y el estudio del edificio; no se va a hacer nada si no sabes qué quieres para ese edificio".
El antiguo Museo del Ejército, que se inauguró en 1841 en lo que es el Salón de Reinos, se vació en 2005. Dos años más tarde, los fondos militares emigraron -rodeados de polémica- hacia el Alcázar de Toledo, la sede desde entonces del Museo del Ejército. La idea del traslado se gestó en 1999 durante el Gobierno de Aznar. El argumento era devolver al Salón de Reinos, entre otras, las obras alegóricas a la Monarquía española que encargó Felipe IV con las que pintores como Velázquez y Zurbarán decoraron ese edificio del XVII, y que están en el Museo del Prado.
Esa operación avalada por hispanistas como Jonathan Brown y John Elliott -y que se incluyó en el proyecto de remodelación y ampliación del Museo del Prado- fracasó. González-Sinde valoró ayer ese plan como "muy interesante, pero otros expertos consideran que esa recreación no tendría hoy día tanto sentido. Es un debate muy bonito, pero no tengo una opinión a favor o en contra. El debate importante será su definición". Según la ministra, este "no es un tema urgente, el Prado tiene una salud muy robusta y es mejor dar estos pasos sin premeditación". Descartó que se tratara de una cuestión presupuestaria. La ministra no salió de meras declaraciones de intenciones sobre el futuro del antiguo museo cuya titularidad es del Ministerio de Cultura. "Habrá que ver cuál es el mejor uso de este edificio que beneficie al Prado y al eje museístico".
El director del Prado no ha ido mucho más lejos. Simplemente se ha manifestado a favor de estudiar su mejor uso. Reflexión que ayer la ministra valoró como de "muy pertinente". Así que la indefinición continúa.
Mientras tanto, en algo hay que aprovechar el espacio. Y hasta el 16 de marzo, sirve de continente para la exposición Domusae, espacios para la cultura, comisariada por Jesús Aparicio y Jesús Donaire, de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Muestra los dibujos, planos, maquetas y fotografías de 57 proyectos de museos, bibliotecas y archivos que se han rehabilitado o construido de nueva planta en la historia reciente de España. Los proyectos, salvo la ampliación del Museo Reina Sofía de Madrid, de Jean Nouvel, son de arquitectos españoles cuya excelencia se pone de manifiesto en este recorrido: desde el antiguo edificio de Tabacalera, los Museos de Cáceres y de Málaga, hasta Villa Romana La Olmeda, en Palencia o las bibliotecas públicas de Murcia y Orihuela.
Tras recorrer la exposición, la ministra y el presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos, Jordi Ludevid, firmaron un acuerdo de colaboración entre ambas instituciones. Porque "la arquitectura es cultura", remató Ludevid.