El proyecto de Carmen Thyssen en Barcelona, «en sala de espera»
La baronesa asegura que «no ha habido contacto últimamente» para concretar el traslado de parte de su colección a la Explanada de los Museos de la capital catalana.
Tita Cervera se siente como en casa en esta localidad de Gerona y así se lo hace saber al ayuntamiento que sigue con la ilusión de ver un día el Museo Carmen Thyssen. El vicealcalde Pere Albó reconoce que el proyecto del museo no está aparcado, «estamos esperando a que la Generalitat dé el visto bueno y dedique una partida a empezar las obras». Esta noticia se superpone con la intención de rehabilitar uno de los Pabellones de Montjuic para presentar ahí la colección catalana de Carmen Cervera. Ella misma explicó ayer que «el Museo de Barcelona está en la sala de espera y no hay ningún movimiento al respecto». Mientras la Ciudad Condal calla, el alcalde de Sant Feliu, Joan Alfons Albó, declara a los cuatro vientos que ya es hora descentralizar Cataluña y que Barcelona ya tiene muchos museos.
Por eso, el buen hacer de este pueblo costero y el amor que siente la Baronesa por este paraje, nos dan las pistas de que es muy probable que Sant Feliu sea finalmente la vencedora y la colección catalana viaje finalmente a este pueblo.
«Hace muchos años que el Ayuntamiento compró esta fábrica de corcho con la intención de transformarla en el museo de la Baronesa y seguimos con esta idea», añade Pere Albó asomándose por una de las ventanas del Convento por las que se ve la fábrica abandonada.
«Un matisse que ha viajado mucho».
Mientras se decide el paradero final de la colección de la obra catalana que pertenece a Carmen Cervera, podemos disfrutar de una tercera exposición que será el reclamo cultural durante los próximos meses. Tras recibir el verano pasado un gran número de público -algunos días hasta 900 visitantes-, el Monasterio ya luce las banderolas de «El ideal en el paisaje. De Maifrèn a Matisse i Gontxarova».
La comisaria Pilar Giró está encantada con la selección de estas cincuenta piezas que ha coordinado con la Museo Thyssen de Madrid y con el de Málaga, siempre con el consenso de la Baronesa.
Entre todos los jardines sobresalen dos obras. «Tenemos la suerte de contar con este Matisse, «Conversación bajo los olivos» que pintó en 1921 en Niza y que ha viajado mucho, y también tenemos «Jardín doméstico de la Haya», de Jan Hendrik Weissenbruch, que nos muestra «una clara influencia oriental».
En esta fiesta pictórica podemos descubrir detalles tan entrañables como los hijos de Paul Gauguin en «Un huerto bajo la iglesia de Bihorel» o un frondoso campo de trigo normando de Renoir. Giró también hace un alto en «Paisaje con castaño» de Kirchner, que es «una de las joyas que hemos podido traer».
Como novedad respecto a las dos anteriores exposiciones estivales, Giró muestra dos esculturas, una de Rodin y otra de Yves Klein, que «son dos maravillas». Añade «que no solemos traer más esculturas porque necesitan espacio para admirarlas y aquí las salas son muy pequeñas». Y no quiere acabar la visita sin celebrar que «hemos podido restaurar “Pesca”, de Natalia Gontxarova, una obra muy especial en la que vemos un exhaustivo estudio de los vestidos y ornamentos de los campesinos rusos».
Fuente ABC (MARÍA GÜELL / SANT FELIU DE GUÍXOLS): El proyecto de Carmen Thyssen en Barcelona, «en sala de espera»...