La dimisión de Susana de la Sierra visualiza la guerra entre Hacienda y Cultura
La dimisión de Susana de la Sierra al frente del ICAA por divergencias con el Ministerio de Hacienda señala otros obstáculos que sufre Cultura desde la cartera que dirige Cristóbal Montoro.
Tras varios meses de tira y afloja con el ministerio de Hacienda, Susana de la Sierra, directora general del ICAA (Instituto de las Artes y la Cinematografía) acabó tirando la toalla. Fue la semana pasada, tan sólo unos días después de que Cristóbal Montoro presentara en el Consejo de Ministros una Reforma Fiscal que significó la puntilla para De la Sierra: las exenciones fiscales para el apoyo a las películas se iban a quedar en el 20% (para el primer millón de euros), lejos del 25% pactado con los productores el pasado diciembre. Jarro de agua fría y dimisión.
Según lo publicado en fechas posteriores, la decisión de la ya exdirectora llegó por las trabas al cine desde el Gobierno. Además de la cuestión de las desgravaciones, las cifras de las subvenciones certifican esta mengua: el Fondo de protección a la Cinematografía -de donde salen las ayudas- ha caído desde los 76 millones con que contaba en 2011 hasta los 33,7 millones de 2014. Lo recaudado por la comedia Ocho apellidos vascos, más de 44 millones de euros- es sólo maquillaje ante el drama de una industria que no remonta.
No obstante, el cine no es el único sector cultural que está sufriendo la situación actual. Lo mismo ocurre en el teatro público, en la danza y en las bibliotecas, estas cada vez más desabastecidas de novedades y con equipos tecnológicos más anticuados. Por ello, aquí va un análisis sobre estos sectores, cuyos responsables que se encuentran con notables obstáculos procedentes desde la cartera de Montoro. Todo ello con una Ley de Mecenazgo a la que parece que ya ni se la espera. ¿No tiene nada que decir José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura?
TEATRO: menos dinero que en 2011 e impagos.
Desde enero de 2012 al frente del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y Musicales (INAEM) se encuentra Miguel Ángel Recio, administrador civil del Estado que ha trabajado en la Agencia de Cooperación Internacional y la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza y Museo. Este organismo agrupa al Centro Dramático Nacional, el Auditorio Nacional de Música, el Centro de Documentación de Música y Danza, el Centro de Tecnología del Espectáculo, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, el Museo Nacional de Teatro, el Teatro de la Zarzuela, el Ballet Nacional de España y el Centro de Documentación Teatral.
En términos presupuestarios, el teatro público obtuvo un aumento en 2014 del 33,4% con respecto a 2013, 146 millones de euros en total. Sin embargo, esta cifra se asemeja a las manejadas antes de 2013 cuando el presupuesto cayó un 21,3% quedándose en los 108,37 millones de euros. En 2012 fueron 137,68 millones de euros, un 17,3% menos que en 2011 cuando la partida fue de 161,4 millones de euros. Por tanto, desde hace tres años, el teatro ha perdido 15,4 millones de euros.
A esta merma se suma el aumento del IVA hasta el 21% en el precio de las entradas, lo cual perjudica al espectador y también a las compañías teatrales (y afecta tanto a centros públicos como privados). De hecho, según el Anuario de la Fundación SGAE de 2013, desde 2012 las cifras de espectadores han descendido en el teatro un 10,32%, la asistencia un 9,06% y la recaudación un 6,08%. En danza, por su parte, la asistencia ha perdido un 10,24% y la recaudación ha caído un 14,48%.
Como resume el productor y presidente de FAETEDA, Jesús Cimarro, “Francia sólo fija un 2,4% para las entradas al teatro, y nosotros el 21% lo que significa que de una producción de 100.000 euros tienes que devolver 19.000. Al final te quedas sin márgenes, puesto que no pagas a partir de los beneficios sino de la actividad directa. Por otro lado, creo que hay que ayudar al producto, a las compañías, que son las que generan la actividad, sin embargo, en los últimos tiempos estas ayudas han bajado un 50%. Yo he decir que estoy de acuerdo con que se equilibren las ayudas, pero que no nos breen a impuestos”.
El último choque entre Cultura y Hacienda llegó el pasado mes de junio con las horas extras. El ramo fiscal se negó a abonar más de 60 horas anuales lo que provocó que la Compañía Nacional de Danza cancelara varios espectáculos en Las Palmas y el Ballet Nacional suspendiera su gira por Finlandia. Si bien hace unas semanas Hacienda aprobó una partida de 644,423 euros para el INAEM y paliar así la problemática de las horas extras, en esa tesitura se encuentra también el CDN con la gira de la obra ‘Montecristo’, que ha sido cancelada para los meses de septiembre y octubre en Bilbao, Gijón y Logroño.
Y no queda ahí el terremoto. También son varias las compañías contratadas por el INAEM que han denunciado retrasos en los pagos. Entre ellas, la compañía del Teatro Clásico, la Joven, el Ballet Nacional y los repartos de El triángulo azul y De lo humano… y divino, de, Teatro de la Zarzuela.
LIBROS: Edición, traducción y bibliotecas, en precario.
Teresa Lizaranzu, licenciada en Derecho, diplomática en embajadas como la de Helsinki y Berlín y esposa de Álvaro Nadal –principal asesor económico de Mariano Rajoy- dirige la Dirección General de Política e Industrias Culturales y del Libro desde enero de 2012. Entre las funciones de este organismo se encuentran las de la promoción de la lectura, así como la distribución de las ayudas a la edición y la traducción.
Precisamente, la llegada de Lizaranzu coincidió con un recorte en ese organismo de hasta el 70%. Eso ha devenido en que la subvención para las editoriales haya caído un 72,4% con respecto a 2011 cuando la cuantía fue de 3.623.437,50 euros. La cifra implica también una rebaja del 50% con respecto a 2012. Además, este año fueron beneficiados 148 sellos mientras que en 2011, con el PSOE aún en el Gobierno, fueron 275. En cuanto a la traducción, hoy cuenta con un 77% menos de presupuesto que hace tres años.
Con referencia a los programas de promoción de la lectura, un dato positivo: el aumento hasta casi en un 50% de las ayudas, puesto que de los 472.000 euros de 2011 se ha pasado en 2014 a los 840.000 euros. Eso sí, los grandes beneficiados han sido la Fundación Sánchez Rupérez, con 75.000 euros, la Asociación de Empresarios del Comercio del Libro de Madrid, con 40.000 euros para la organización del programa ‘Deletrear el mundo’, de la pasada Feria del Libro, y la Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil con 46.840 euros.
Eso sí, fue la Subdirección General de Promoción Libro la encargada de otorgar las subvenciones a las revistas de FAES y la Fundación Pablo Iglesias en su última resolución.
Las bibliotecas tampoco se encuentran en su mejor momento. Según la Panorámica de las 52 Bibliotecas Públicas del Estado, elaborada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que se puede consultar en su web, esta cifra es la más baja desde 2008. Hay un déficit en la reposición de las novedades provocada por la disminución de las ayudas a las editoriales, ya que estas siempre han incluído una dotación de entre 200 y 400 ejemplares para las bibliotecas públicas, Si un sello recibía x cantidad por parte de la Secretaría de Estado de Cultura para una serie de libros, estaba obligado a destinar también parte de la tirada a las bibliotecas. Al bajar la subvención también baja esta dotación.
En cuanto a las ayudas concedidas para la creación y transformación de recursos digitales y su difusión y preservación mediante repositorios de las bibliotecas públicas (autonómicas, locales y universitarias), estas han bajado desde el 1.832.194,16 euros en 2011 a los 483.139,39 euros, siendo las principales damnificadas las universitarias.
Fuente ElDiario.es (Paula Corroto): La dimisión de Susana de la Sierra visualiza la guerra entre Hacienda y Cultura...