El arte de la provocación
El alemán Michael Sailstorfer entierra piezas de oro para crear una búsqueda del tesoro. La playa de Folkestone invadida de buscadores con detectores de metales.
El arte como provocación lleva décadas en la viña del señor, aunque el listón del medio provocador va subiendo cada día de sofisticación. El artista alemán Michael Sailstorfer ha abierto la trienal del Festival de las Artes de Folkestone (costa sur de Inglaterra) enterrando 30 piezas de oro en la arena de la playa. El metal, valorado en 12.000 euros, está a merced de los buscadores que han empezado a descender en catervas sobre la ciudad tan pronto se anunció la búsqueda del tesoro.
De hecho, el festival empieza el día 30 de agosto, pero el anuncio del proyecto 'Dig' (Cavar) ha adelantado la performance a la búsqueda del oro enterrado. Michael Sailstorfer ha sepultado también un buen número de arandelas de uso doméstico para despistar a los ávidos buscadores de oro. "La reacción de las personas es el tema de esta historia, creada únicamente para Folkestone", ha dicho el artista que había llevado con sigilo el soterramiento de las barritas de oro y de las arandelas de hojalata.
La trienal de Folkestone se abre el 30 de agosto y se prolonga hasta el próximo 2 de noviembre, no obstante, al paso que va la búsqueda del tesoro, en pocos días la performance habrá concluido. La artista Yoko Ono es uno de los nombres conocidos que tiene previsto participar en esta convocatoria del certamen de las Artes.
El artista alemán, que hace pocos años presentó una instalación de sonido en la Fundació Miró de Barcelona, ha generado una gran publicidad para el festival que en anteriores convocatorias había pasado sin pena ni gloria a pesar de tener en su cartelera a casi todos los artistas conceptuales en boga, además de dar cancha al grupo YBA (Jóvenes Artistas Británicos).
¿Y qué ocurrirá con las barritas de oro que están siendo desenterradas de la arena? ¿Son parte de la obra de arte y merecen derechos de autor de Michael Sailstorfer o pertenecen a los afortunados excavadores? El comisario del festival, Lewis Biggs, cuenta lo siguiente: "quienes encuentren una pieza de oro deberán considerar ellos mismos si es puro metal que pueden vender a un joyero o prestamista para convertirlo en anillo convencional o, en cambio, si es una obra de arte que pueden vender en Sotheby's o, como inversión, la pueden mantener para ver cómo se revaloriza económicamente en el futuro". En total son 30 piezas que están numeradas. Las arandelas, sin embargo, no valen nada ni están identificadas como obra de arte a pesar de que juegan su papel en el proyecto 'Dig'.
Fuente El Mundo (CONXA RODRÍGUEZ | Londres): El arte de la provocación...