Policía del arte
La nueva modalidad de 'superagentes' aprenden desde criminología hasta historia del arte para evitar robos y falsificaciones.
Poco podía pensar Paul Cézanne, cuando plasmó al óleo la campiña francesa en su cuadro Auvers Sur Oise, que la pieza acabaría siendo moneda de cambio de un cargamento de cocaína.
Este es solo uno de los usos que han podido dar al cuadro de Cézanne los delincuentes que lo robaron en el año 2000 de las paredes del Museo Ashmolean de Oxford. Y lo mismo con los miles de obras sustraídas y en paradero desconocido.
Pero ahora están en búsqueda y captura: se ha creado una red pionera de agentes especializados en combatir el robo, la falsificación, la aniquilación y el comercio ilegal de arte. Se llama Association for Research into Crimes against Art (ARCA), y sus miembros se forman en disciplinas tan dispares como la criminología y la historia del arte.
Para abordar los delitos con obras de arte "hace falta un gran conocimiento del mundo del arte y su mercado, además de la criminología, la investigación policial y la teoría sobre medidas de seguridad", explicó el fundador de ARCA, Noah Charney.
Entre los profesores hay ex directivos de Scotland Yard, ex políticos y fiscales en activo.Los estudios se imparten en Italia "por lógica", ya que registra entre 20.000 y 30.000 robos anuales de obras de arte, cinco veces más que la media mundial. La magnitud de esta especialidad delictiva es tal que para las fuerzas de seguridad de EE UU es la tercera prioridad, tras la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
1. Seis millones de dólares. Desde 2000 no se tienen noticias de esta obra maestra de Cézanne, titulada Auvers Sur Oise (1873). Le echaron el guante en el Museo Ashmolean de Oxford. Su valor asciende a 6,3 millones de dólares, y es de las más buscadas, según la policía española, aunque no es de las que llevan más años perdidas -las hay que se acercan al cuarto de siglo-.
2. De su museo. Van Gogh tiene en Amsterdam un museo con su nombre, y de él sustrajeron en diciembre de 2002 View of the Sea at Scheveningen (1882). Los expertos también tratan de encontrar otra obra suya, Brooms and Red Poppies (1886), robada en Egipto.
3. Botín reciente. En mayo del año pasado desapareció del Museo de Arte Moderno de París el lienzo Le pigeon aux petits pois (1911), de Picasso, junto a La pastorale (1905), de Matisse, y otras obras de Modigliani, Braque y Léger. El sonado robo reabrió el debate sobre la seguridad de los museos parisinos.
4. Precio desorbitado. Hace diez años robaron del museo Gardner de Boston diez obras maestras valoradas en 328 millones de dólares -precio que se podría desorbitar en el mercado negro-. Entre ellas estaba Storm of the Sea of Galilee (1663), de Rembrant.
5. En Valencia. La casa-museo Benlliure, de Valencia, muestra la colección de arte de la familia, y en ella figuraba el cuadro El Santero de la Cofradía, del valenciano Joaquín Sorolla, hasta que la robaron el año pasado.