Los monumentos más feos de Madrid
Diversas esculturas de todas las formas y colores pueblan las rotondas madrileñas para «desencanto» de sus vecinos.
1. El «Pepelito», Rivas.
Un faro a la entrada de Rivas-Vaciamadrid por el módico precio de 1,3 millones de euros. El «Pepelito», como lo conocen los vecinos, quería ser nexo de unión entre Rivas y el barrio de Covibar, al final acabó siendo un simple monolito que sólo se ilumina en contadas ocasiones (normalmente en período electoral) por el alto gasto que genera y los problemas energéticos que padecen los vecinos cuando lo iluminan.
2. Fernando VII, Navas del Rey.
El 1819, el rey Fernando VII le concedió a Navas del Rey el privilegio de de Villazgo. En conmemoración de este hecho el Ayuntamiento decidió dedicarle este monumento en el que «El Deseado» aparece «picado de viruela».
3. Las Meninas, Leganés.
Leganés es, sin duda, el municipio madrileño con mayor acumulación de monumentos «poco agraciados per cápita». El primer ejemplo lo encontramos en la escultura de Las Meninas, ubicada en una rotonda de la Carretera de la Fortuna, la M-4011.
Muchos son los vecinos de Leganés que critican el cambio de sexo de una de las meninas y que se muestren tan explícitamente a vista de cualquiera que pase por allí.
4. Monumento a Palestina, Leganés.
Los «despropósitos» del Ayuntamiento de Leganés en los últimos años no han tenido parangón en Madrid. En los monumentos al horror destaca este muro a medio construir con un niño jugando con una réplica del Mavi Marmara, uno de los barcos de la famosa «flotilla de la libertad» que intentó arribar a Gaza en 2010.
Hasta el acto de inauguración se desplazó el alcalde del municipio, Jesús Gómez (PP) para afirmar que aquello era «un despropósito y un insulto a las víctimas del terrorismo de Hamas».
5. El Oso de Gominola, Boadilla del Monte.
En la rotonda de Valdecabañas se alza un gigantesco oso verde que se asimila a las famosas gominolas de colores. La estatua, de 7 m de altura y obra del artista Eladio de Mora, llama la atención de todo el que pasa por allí, en especial de los más pequeños.
6. Las bolas de chocolate, Orusco de Tajuña.
En el sureste de la Comunidad, seis bolas formadas a partir de desechos de herrería intentan formar la palabra Orusco. Los vecinos de la localidad siguen intentado buscar el nombre de su pueblo en este singular monumento del que muchos dicen que a lo que más se puede parecer es a un montón de bolas de helado.
7. El monstruo, Leganés.
El monstruo del lago Ness, o mejor dicho, «El Monstruo de Leganés» habita en una fuente del municipio junto al Centro Comercial Plaza Nueva.
El artista Eladio de Mora buscó inspiración en el nombre de la ciudad para ornamentar la rotonda y el monstruo está hecho a partir de teselas de colores.
8. Monumento a la Libertad, Móstoles.
Contrasta que un monumento a la Libertad tenga forma de jaula, pero así es este monumento inaugurado en el barrio de Móstoles Sur el 2 de mayo de 2008 por los entonces Príncipes de Asturias, don Felipe y Doña Letizia, y por el presidente Zapatero.
En las columnas que lo forman hoy grabado un fragmento del Bando de los Alcaldes que inició la Guerra de Independencia en 1808. En la leyenda se puede leer «No hay fuerzas que prevalezcan contra quien es leal y valiente como los españoles».
9. El Somier, Getafe.
¿Un somier en medio de Getafe? ¡Es posible! Esta es la curiosa escultura híbrida entre un somier y unas vías de tren que se alza en una rotonda del municipio madrileño.
10. El Quijote Gigante, Alcalá de Henares.
Un Quijote de 15 metros de altura preside una de las rotondas de la ciudad Complutense. Hasta 15.000 euros se dejó el Ayuntamiento en esta obra del escultor mejicano, Sebastián.
Fuente ABC (BORJA DE JORGE CAÑAVERAS | MADRID): Los monumentos más feos de Madrid...
