Jonathan Ruffer: «El mercado es reacio a nombres poco conocidos»
El 23 de octubre se celebra en Inglaterra el primer simposio de pintura española del Siglo de Oro. El alma máter es el filántropo Jonathan Ruffer, el único inglés entre los miembros de la Fundación de Amigos del Museo del Prado. Hablamos con él de cómo promover la pintura antigua hoy.
El condado de Durham, al noroeste de Inglaterra, atesora una exquisita y poco conocida colección de pintura antigua española distribuida entre el Museo Bowes, la Universidad de Durham y el Castillo de Auckland. Las estancias de este último acogen una famosa serie de lienzos de Francisco de Zurbarán, que ocuparon titulares hace tres años cuando el financiero Jonathan Ruffer hizo pública una donación de 18 millones de euros para impedir su dispersión. La Iglesia de Inglaterra los vendía para recaudar fondos y Ruffer los adquirió con el propósito de que no abandonaran la que había sido su morada desde hacía 250 años.
La pasión de este mecenas británico por nuestros maestros explica que quiera convertir su patria chica en “un trocito de España” y en un referente internacional para el estudio del arte español. Su última iniciativa es el simposio Pinturas de la Edad de Oro española: Las Colecciones del Condado de Durham que se celebra del 23 al 25 de octubre en colaboración con el Museo del Prado y en el que participan reputados expertos internacionales como Gabriele Finaldi, director adjunto del Prado y Letizia Treves de la National Gallery de Londres. En paralelo, el Castillo de Auckland y el Museo Bowes acogen exposiciones de pintura española argumentadas con préstamos del Prado y la National Gallery.
-¿Cómo fueron sus inicios en el coleccionismo? ¿Cuál fue su primera experiencia memorable con la pintura española?
-Empecé a coleccionar obras importantes hará sólo unos diez años asesorado por el conocido experto Anthony Mould. Hemos formado una colección que abarca tres áreas: el arte sacro del siglo XVII, el paisaje del siglo XVIII y los bodegones. La primera obra religiosa que adquirí fue una copia inglesa de un San Francisco de Zurbarán; no era una imagen conocida pero poseía las características inconfundibles del gran maestro. Hoy la colección consta de un centenar de cuadros, de los cuales un tercio son de temática religiosa. Cuando iniciamos el proyecto negociamos la adquisición de 46 pinturas que eran propiedad del Forum Filatélico; de haber salido adelante hubiera sido la compra más significativa de arte español hecha por Reino Unido desde la colección del Conde Quinto adquirida por John y Joséphine Bowes en la década de 1860.
Promoción del arte español
-¿De dónde surge su compromiso por promover el arte español en el Reino Unido?
-En el Reino Unido ha existido una gran tradición de coleccionismo de pintura española, y se conservan numerosas obras de gran valor. Uno siente que esas piezas llegaron a manos de sus dueños no como fruto del conocimiento sino de las turbulencias de la guerra, así que el contexto cultural de las pinturas se ha perdido. Son amadas y admiradas, pero quizás no son comprendidas. La influencia de la pintura española de la Edad de Oro es, probablemente, la más poderosa de todas, exceptuando tal vez, la del Renacimiento italiano. Por eso quiero que sea estudiada, explicada y exhibida.
-Usted es el único patrono británico de la Fundación Amigos del Museo del Prado. ¿De qué forma colabora con el museo madrileño?
-Me enorgullece ser patrono internacional de la Fundación Amigos del Museo del Prado. Mi ambición es que se incorporen muchos más patronos británicos, personas que comprendan la importancia del arte español y el papel esencial que desempeña el Museo del Prado en la vida cultural del país. Nos gustaría ser lo que Lord Rothschild describió a la reina de España como “un lugar al noroeste de Inglaterra que forma parte de España”. Si aspiramos a ser embajadores eficaces del arte español, necesitamos mantenernos cerca de su centro. Para llevar a cabo esta empresa contamos con el respaldo de dos grandes instituciones españolas: el Museo del Prado y el Banco Santander.
-¿Gozan los maestros españoles de la misma consideración que sus homólogos en el mercado?
-El mercado ya reconoció la potencia de la pintura española en 1850 cuando Christie's licitó la colección de pinturas de Zurbarán del rey Luis Felipe, propiciando una diáspora de importantes piezas entre los museos nacionales de Europa. Yo diría que las grandes obras españolas tienen idéntica consideración que las mejores de otros países, pero hoy el mercado parece reacio a ver la grandeza en pinturas que no sean de nombres ‘conocidos'.
-Háblenos del proyecto de crear un centro para el estudio y la apreciación del arte español.
-La Universidad de Durham, la tercera más importante de Inglaterra, posee un conocimiento profundo sobre el arte español. Además, el Trust del Castillo de Auckland ha adquirido una antigua escuela ubicada junto a nuestra nueva galería española. Queremos establecer allí un centro de postgrado, muy enfocado a los estudiantes de Latinoamérica, para el estudio del arte español. Contamos con una notable biblioteca, reunida a lo largo de 50 años por la galería Trafalgar de Londres. Y confiamos incorporar una cuidada colección de dibujos y grabados españoles.
Fuente : El Cultural (VANESSA GARCÍA-OSUNA): Jonathan Ruffer: «El mercado es reacio a nombres poco conocidos»...