Los editores de libros electrónicos no juegan limpio en Europa
La Comisión Europea ha realizado inspecciones por sorpresa en las sedes de empresas editoras de libros electrónicos en varios Estados miembros ante las sospechas de que hayan alcanzado un acuerdo ilegal para pactar los precios y repartirse el mercado.
"La Comisión tiene motivos para creer que las empresas en cuestión pueden haber vulnerado las reglas de la UE que prohíben los cárteles y otras prácticas comerciales restrictivas", ha dicho el Ejecutivo comunitario en un comunicado. De confirmarse estas acusaciones, Bruselas podría imponer a las compañías afectadas elevadas multas.
Durante las inspecciones, que tuvieron lugar el 1 de marzo, los funcionarios de la Comisión estuvieron acompañados por sus homólogos de las respectivas autoridades nacionales de competencia. Siguiendo su práctica habitual, el Ejecutivo comunitario ha eludido desvelar el número, la identidad o la nacionalidad de las compañías investigadas.
Las inspecciones por sorpresa constituyen un paso preliminar en la investigación de prácticas que infringen las reglas de competencia. Pero no significan que las compañías sean culpables ni prejuzgan el resultado de la propia investigación, según ha destacado la Comisión.