La detenida por el robo del Sorolla del Museo Benlliure de Valencia es una escritora que se lo llevó por despecho
La persona detenida por el robo del cuadro de Joaquín Sorolla 'El santero de la cofradía', de la Casa Museo Benlliure de Valencia, es una escritora que se llevó la obra por despecho, tras ser estafada en el rastro.
El origen de la historia se remonta a 2008 cuando esta escritora --que responde a las iniciales I.L. y es aficionada al arte-- compró en el rastro de Valencia cinco cuadros firmados, supuestamente, por los artistas Joaquín Sorolla, Ramón Casas, Ignacio Pinazo y Cecilio Pla y por los que pagó 19.000 euros, según explica la propia mujer a 'Las Provincias'.
Los problemas comenzaron cuando la poetisa, que no quiere dar detalles sobre el robo del Sorolla de la Casa Benlliure, envió fotografías de sus adquisiciones a la galería Ansonera de Madrid, que le comunicó que las piezas eran falsas.
Aunque el vendedor fue detenido y no puede ejercer su actividad fraudulenta, la escritora, que se encuentra en libertad sin que aún haya pasado a disposición judicial, quedó sumida en una profunda tristeza, a la que podría haber contribuido la desaparición de un familiar, apunta el rotativo.
La Policía Local de Valencia, en colaboración con agentes del Cuerpo Nacional de Policía, recuperó el pasado 21 de marzo la tabla de Joaquín Sorolla 'El santero de la cofradía', que fue sustraída el 9 de abril del año pasado de la Casa Museo Benlliure de la ciudad.
Se trata de un óleo sobre tabla, con un tamaño de diecinueve centímetros de alto por trece de ancho y pintado en 1913. De la desaparición de esta obra del citado museo municipal se percataron dos funcionarios a última hora de la tarde del 9 de abril durante una revisión rutinaria.
El óleo estaba expuesto en la planta baja del museo, en la sala dedicada a los cuadros de Sorolla y que fue un regalo del pintor a José Benlliure, tal y como indica la leyenda que figura en la tabla: 'A mi amigo Pepino Benlliure'.
A finales de 2010, el Cuerpo Nacional de Policía difundió este óleo entre las imágenes de las obras de arte robadas más buscadas, entre ellas algunas sustraídas hace veinte años y otras con rúbricas tan importantes y reconocidas como las de Picasso, Matisse, Rembrandt, Velázquez, Van Gogh o Cézanne.