Van Dongen vuelve a París
Fauvista, anarquista y mundano. Así define a Kees Van Dongen, el pintor holandés que retrató como pocos los locos años 20 parisienses, el Museo de Arte Moderno de la ciudad de París, en una impactante exposición que pretende abarcar todas sus facetas. Esta sigue el recorrido del artista y gran vividor desde las calles de su Rotterdam nativo, pasando por los cabarés de Pigalle hasta llegar a los salones burgueses de la capital francesa. La muestra participa así también en la recuperación de esta figura libre y algo marginada en la historia del arte contemporáneo, difícil de encasillar, pero cuyo uso descarado de los colores fuertes sitúa como uno de los grandes representantes del movimiento fauvista.
"Queríamos recordar que Van Dongen ha sido un artista mayor de principios del XX, que destaca por su libertad y por la rapidez y variedad de su evolución", explica Fabrice Hergott, director del Museo parisiense. Para ello concentra alrededor de un centenar de pinturas y dibujos, incluidas sus viñetas de prensa y sus grandes carteles de presentación de espectáculos. Más sorprendente, incluye también una parte de sus cerámicas, de las que realizó cerca de una cuarentena. Con ellas, al igual que gran parte de sus contemporáneos, trataba de convencer a los más reticentes de la validez del arte moderno.