Puebla, 1er lugar en robo de arte sacro
México ocupa el primer lugar en robo de arte sacro en América Latina, y en nuestro país el estado de Puebla es la entidad que más sufre con este delito, advirtieron los diputados locales, por lo que propusieron que el Poder Legislativo exhorte a la PGR a crear una fiscalía especial que prevenga e investigue el robo, daño, destrucción, comercialización y falsificación de arte sacro
Hicieron recuento que entre 1999 y 2008 se reportaron alrededor de mil piezas de templos católicos, de las cuales el 80 por ciento son arte sacro y sólo se ha recuperado el 10 por ciento. Ello, sin contar las 10 mil 485 piezas prehispánicas sustraídas de los casi 35 mil sitios arqueológicos nacionales.
Luego de señalar lo grave que es el daño que se produce el saqueo, destrucción, alteración y coleccionismo de arte sacro, basado en el tráfico ilícito de bienes culturales, los legisladores poblanos recalcaron que el mayor robo de arte sacro se encuentra en el estado de Puebla, seguido de Tlaxcala, estado de México, Distrito Federal, San Luis Potosí, Hidalgo, Guanajuato, Zacatecas, Morelos y Jalisco.
Añadieron que de acuerdo con la Interpol, México es el país que envía más casos de robo de artículos eclesiásticos que son patrimonio cultural, sin embargo en nuestro país solamente existen 274 denuncias ante el Ministerio Público por ese delito.
“El diagnóstico del INAH es también alarmante: todos los días salen del país por lo menos cien piezas prehispánicas. Sólo uno de cada tres sitios arqueológicos tiene resguardo, de los 172 abiertos al público. De acuerdo con la Interpol, desde 2000 el mercado ilícito de arte en el mundo se sitúa apenas debajo del tráfico de drogas y de armas”, recalcaron.
También se señaló que en países como Francia, España, Italia y Portugal hay leyes que castigan los delitos contra el daño a patrimonio cultural, cosa que en nuestro país no la hay, por eso los diputados poblanos del PRI hicieron la propuesta a la Cámara de Diputados que estos exhorten a la Procuraduría General de Justicia de hacer una fiscalía especial para tratar delitos como robo, daño, destrucción, comercialización o falsificación de arte sacro, así como de cualquier bien artístico o histórico.