La moda de EE UU premia a sus hijos
Los premios CFDA, que concede la industria del vestir de EE UU, consagraron en la madrugada de ayer en Nueva York una tendencia iniciada el año pasado: ensalza a tus jóvenes nombres si pretendes que estos sirvan de cimiento para tu futuro. No es de extrañar que muchos de los galardonados no tengan puntos de venta en España ni sean siquiera demasiado conocidos por estas latitudes. La idea es que algún día lo consigan gracias a este tipo de distinciones.
El premio más deseado, el de mejor diseñador de moda femenina, fue para Proenza Schouler, la marca bajo la que operan los fotogénicos creadores Jack McCollough y Lázaro Hernández, ambos de 33 años, y que ya compartió el galardón en 2003 con Óscar de la Renta. El triunfo de este dúo en la categoría absoluta sucede una década después de que iniciaran su compañía y certifica una ascensión pautada de acuerdo a las exigencias de Anna Wintour, a la que se considera madre de esta nueva generación. Significativamente, la directora de Vogue USA dedicó un extenso reportaje a los diseñadores en el número de febrero de su revista.
Proenza Schouler competía en la categoría reina con Alexander Wang y Marc Jacobs. El primero, de ascendencia taiwanesa y con 27 años, se hizo esta edición con el premio a mejor diseñador de accesorios, tras ser distinguido el año pasado como mejor emergente y abanderar a una nueva generación de más de una veintena de asiático-americanos que ha insuflado energía, juventud y, sobre todo, contenido al calendario de la semana de la moda neoyorquina. Nadie en el CFDA alberga ya ninguna duda de cuál es el continente que rige los designios comerciales de la industria.
Marc Jacobs -con permiso de Tom Ford- se llevó el reconocimiento honorífico Geoffrey Beene a toda una carrera. Tiene 47 años. Un año más que Michael Bastian, galardón al mejor diseñador masculino. El exdirector de la división de hombre de los grandes almacenes Bergdorf Goodman es el único de los ganadores con más de 40 años. Su empresa (solo lleva cinco años) exhibe una juventud parecida a la de sus compañeros.
Phoebe Philo, directora creativa británica de Céline que ha introducido de nuevo el minimalismo, fue reconocida en la categoría de mejor diseñador internacional. Y Prabal Gurung y Robert Geller, mejores emergentes en mujer y hombre, respectivamente.
Y como no hay sarao que se precie sin ella, el CFDA distinguió a Lady Gaga con el premio Icono de la Moda 2011. La neoyorquina devolvió el favor llegando a la gala -20 minutos tarde- con una peluca verde, enfundada en un Mugler (marca en la que diseña su estilista personal) y sobre unas plataformas de 25 centímetros. "Antes ahorraba para comprar piezas vintage de Thierry Mugler. Tenía que poseerlas. Eso es lo que la moda significa para mí: algo que me hizo sentir como una estrella antes de convertirme en una. Todos vosotros me hicisteis sentir así", agradeció. "Gracias por creer en mí". Una velada más, se convirtió en protagonista absoluta sin esfuerzo aparente.