Instituto Superior de Arte • I|Art - Art & Culture Business School

Estará ubicado en un antiguo edificio, adquirido por el Ayuntamiento de Béjar, que albergó la fábrica de Serafín Gilart Fité, dedicada a la tintura de materias textiles y donde a mediados del siglo XVIII ya existía un batán propiedad del duque de Béjar, a quien Miguel de Cervantes dedicó El Quijote.

La intervención consistirá en la urbanización exterior del futuro museo, el acondicionamiento de un aparcamiento y la construcción de una pasarela exterior al edificio.

Una vez finalizadas las obras, el consistorio se encargará de recuperar diferentes máquinas que se usaron para el textil y pretende ser, según el alcalde, Alejo Riñones, un referente nacional.

Durante cuatro kilómetros, que es el trayecto del río Cuerpo de Hombre a su paso por Béjar, se puede contemplar la gran actividad textil que ha existido en Béjar, ya que a orillas de este río aún permanecen numerosas fábricas que hace alguna década dejaron de funcionar, incluido el edificio albergará el futuro museo textil y que formará parte de la ruta turística creada al afecto.

Las fábricas se situaban junto al río para aprovechar la corriente de agua y, así, poner en movimiento sus máquinas y alimentar las turbinas.

La actividad textil de Béjar se inició sobre el siglo XIII y, según los historiadores, en el siglo XIV la calidad de sus paños ya era comparable a los de Flandes.

En 1500, los Reyes Católicos firmaron la Pragmática de Los Paños de Béjar, similar a lo que es hoy una denominación de origen para cualquier producto.

Desde finales del siglo XX, la industria textil bejarana ha sufrido fuerte un retroceso, pasando de los seis mil trabajadores censados en 1970 a los cuatrocientos de la actualidad.