Italia recuperó tres mil obras de arte en el último año
Más de 3.000 obras de arte italianas —pinturas, esculturas y objetos arqueológicos—, robadas en años pasados y metidas en el comercio clandestinamente, han sido recuperadas en este año y vuelven «a casa». Se han podido restituir a sus legítimos propietarios gracias al trabajo que realizan los trescientos carabineros (cuerpo militar) que componen el departamento Tutela del Patrimonio Cultural, en colaboración con la Interpol y la magistratura.
Entre los objetos recuperados se encuentra una estatua de mármol de 1488 que representa al Rey David, obra del arquitecto y escultor Roberto Moffiolo, con un valor estimado de unos 750.000 euros. Fue robada hace 32 años del ábside de la catedral de Parma. Su obispo había perdido ya las esperanzas de recuperarla: «La operación de los carabineros —ha dicho monseñor Enrico Solmi— nos devuelve a nuestra catedral una obra muy bella que será recolocada en el ábside. Es una obra que recuerda un momento importante de nuestra historia. Al mismo tiempo ayuda a confiar en el trabajo de los carabineros y en el Ministerio de Cultura». Otra obra espléndida y rara recuperada ha sido una ánfora antigua, con grandes ojos y figuras negras, del 1525 a. C..
En el comercio de arte clandestino, un capítulo importante es el que protagonizan los llamados «tombaroli», ladrones de tumbas, que realizan su actividad ilegal incluso con excavadoras en las diversas áreas donde vivieron los etruscos. Al referirse a este expolio, el ministro italiano de Bienes Culturales fue especialmente duro y propuso nuevas medidas para combatirlo: «Es indecoroso —afirmó el ministro— que ningún ladrón de tumbas haya pasado un solo día en la cárcel. No es posible que en un país como el nuestro, donde el saqueo es uno de los deportes nacionales más apreciados, nadie pague, ni siquiera cuando es cogido cometiendo el delito. Estamos pensando en iniciativas para poner remedio a esta inmoralidad».
Las operaciones para recuperar estas obras de arte se han realizado en toda Italia y también en el extranjero. Buena parte son bienes religiosos. Estos buenos resultados se acompañan de «una disminución del 14 % de los robos en las iglesias en el último año, debido a la catalogación que se ha hecho de los bienes eclesiásticos».
