El fallo del Premio Nacional de Cine se retrasa por falta de paridad del jurado
La Ley de Igualdad obliga a constituir un nuevo tribunal con al menos un 40% de mujeres en el mismo.
Concedido por el Ministerio de Cultura, el Premio Nacional de Cinematografía parece gafado en sus dos últimas ediciones. El año pasado lo recibió Álex de la Iglesia, que cobró los 30.000 euros de dotación pero, como es sabido, no acabó de muy buenas maneras con la ministra de Cultura en su condición de presidente de la Academia de Cine. Ayer se iba a fallar el Premio destinado a compensar la aportación más sobresaliente de 2010. Sonaban Agustí Villaronga, Icíar Bollaín y Penélope Cruz. Sin embargo, el jurado, reunido a las doce de la mañana, se quedó sin la comida prevista: la tarta de paridad entre los miembros obligó a posponer el fallo.
Carlos Cuadros, director del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA) y parte integrante del jurado, miró a su alrededor y contó nueve hombres y tres mujeres. La composición no cumplía con los requisitos establecidos en la Ley de Igualdad de 2007, que obliga a «una presencia equilibrada de hombres y mujeres, de modo que las personas de cada sexo no superen el 60% ni sean menos del 40% del total de los miembros».
Hasta este año, el Ministerio de Cultura se limitaba a señalar que en las propuestas que realizan las diferentes entidades e instituciones que proponen jurados «se velará por mantener la paridad entre hombres y mujeres». Sin embargo, en las convocatorias de 2011 se obliga «a proponer necesariamente a dos miembros, hombre y mujer». La resolución es aplicable en el Premio Cervantes, el Nacional de las Letras, Literatura, Historia, Cómic...
«Hemos sido educados, pero salimos bufando de la reunión. Esto es un hazmerreír, somos de quinta categoría», lamentaba Pedro Pérez, presidente de los productores españoles agrupados en FAPAE. «Habíamos sido convocados en el BOE una semana antes, no estábamos allí por una simple llamada telefónica. Nada más sentarnos se nos dice que hay un 'problema solucionare'. Una cosa es aspirar a la paridad y otra conseguirla de facto. Lo único que sé es que el presidente de la Academia, Enrique González Macho, no estará en el jurado. Ni tampoco Agustín Díaz Yanes (propuesto por los Autores Literarios de Medios Audiovisuales, ALMA). Las formas de un premio reconocido por el prestigio de los galardonados en años anteriores deberían ser impecables».
El Instituto de Cinematografía, por su parte, se ha limitado a señalar que el jurado se reunirá de nuevo el viernes a las doce de la mañana. Fuentes del organismo señalan que su director, Carlos Cuadros, ya conocía el día anterior la falta de paridad del tribunal. La reunión iba a servir para recordarles la obligación establecida por la Ley de Igualdad. La imagen de chapuza ofrecida viene a sumarse a las noticias conflictivas que arrastra en los últimos tiempos nuestra cinematografía.
«El cine español esta vez no ha tenido la culpa. Todos estábamos antes de la hora sentados y muy serios», ironizaba Enrique González Macho, que delegará su cometido este viernes en la vicepresidenta de la academia, Judith Colell. Diego Galán, uno de los tres profesionales de reconocido prestigio, también se disculpaba: «Ha sido un error burocrático de la dirección».
