Un cuadro de Antonio Joli se incorpora al Museo del Prado
El sector del arte está pidiendo a gritos una ley de Mecenazgo que involucre y estimule más a la sociedad civil en las instituciones culturales, algo habitual en Estados Unidos, pero una «rara avis» en nuestro país.
Las fundaciones, muy activas en España, están haciendo una labor impagable en este sentido, pero falta aún ese apoyo legal para que su impulso sea definitivo.
Un buen ejemplo de ese trabajo bien hecho es la Fundación Amigos del Museo del Prado, que cuenta ya con más de 20.000 miembros y lleva tres décadas apoyando generosa e incansablemente a esta institución.
Desde 1982, la Fundación ha donado al Prado numerosas e importantes obras, como el «Retrato de la condesa de Santovenia», de Eduardo Rosales, en 1982; «La última comunión de san José de Calasanz», de Goya, en 1983; una «Inmaculada Concepción», de Murillo, en 1984; «Retrato de enano», de Juan van der Hamen, en 1986; el «Martirio de san Sebastián», de Carvallino, en 1989; el retrato de «Aureliano de Beruete y Moret, hijo», de Sorolla, en 1994, o el «Autorretrato en el estudio», de Paret y Alcázar, en 1996, entre otros.
Esta mañana se ha presentado la última de las donaciones, que se incorpora a los fondos del museo.
Se trata del cuadro «Visita de la Reina María Amalia de Sajonia al Arco de Trajano en Benevento», un paisaje arquitectónico pintado hacia 1759 por el italiano Antonio Joli, que ha sido donado por una mujer que prefiere permanecer en el anonimato, miembro de los Patronos Internacionales de la Fundación. Ha estado presente en el acto de presentación de la obra, junto al presidente de la Fundación, Carlos Zurita, duque de Soria; el presidente del Patronato del Prado, Plácido Arango, y el director del museo, Miguel Zugaza.
La obra se exhibe, desde hoy y hasta el 26 de febrerode 2012, en el museo junto a una pequeña selección de doce pinturas: tres más del propio Joli, que atesora el Prado, y otras de nombres como Piranesi, Vanvitelli, Panini o Giomignani, entre otros artistas. Este bello capricho arquitectónico que ahora se incorpora a los fondos del Museo del Prado muestra una vista del Arco de Trajano en Benevento y recrea la visita de la Reina María Amalia de Sajonia a las ruinas y monumentos de esta ciudad italiana.
La Reina escucha las explicaciones de un guía, mientras un artista copia del natural restos de las antigüedades clásicas.
La obra pertenece a la primera producción napolitana de Antonio Joli (1700-1777). En 1756 emprendió un viaje de dos años por el sur de Italia junto a lord John Brudenell, su nuevo mecenas.
En 1759 se establece en Nápoles y en 1762 fue nombrado pintor del Teatro Real de San Carlos, cargo que ocupó hasta su muerte.
