El mariachi y el fado, Patrimonio de la Humanidad
La Unesco ha inscrito en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el saber tradicional de los chamanes jaguares del Yuruparí de Colombia, la música mariachi de México, el peregrinaje al santuario del Señor de Qoyllurit'i de Perú y el fado portugués. En su reunión en la isla indonesia de Bali, los expertos del comité intergubernamental de la Unesco, compuesto por 24 países, han reconocido la "ejemplaridad" de la candidatura colombiana tras valorar el sistema integral de conocimiento con características físicas y espirituales del Yuruparí.
El director de Patrimonio de Colombia, Juan Luis Isaza, ha declarado que este reconocimiento supone una gran "ilusión" para los chamanes del Yuruparí que transmiten "una cosmovisión asociada a un territorio sagrado para ellos, un conocimiento gracias al cual creen que el mundo puede estar en equilibrio". Los jaguares del Yuruparí, que habitan en los alrededores del río Pirá Paraná, transmiten por vía masculina y desde el nacimiento el Hee Yaia Keti Oka, una sabiduría que les fue entregado desde sus orígenes por los Ayowa (creadores) para cuidar del territorio y de la vida. "Este saber tradicional amazónico y universal que los convierte en guardianes de la naturaleza implica toda clase de materias: la siembra, salud corporal, cría de animales, leyes...", ha añadido Isaza.
Unesco también ha declarado patrimonio inmaterial el peregrinaje al santuario del Señor de Qoyllurit'i de Perú, que recorre ocho kilómetros desde Mahuayani hasta Sinakara, y finaliza en el santuario situado a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. La festividad presenta una amalgama de tradiciones andinas y europeas cristianas a través de las cuales se ha establecido una expresión religiosa compleja y única en el mundo. "Es un reconocimiento de la cultura quechua a nivel mundial y un ejemplo del cristianismo peruano", ha declarado David Ugarte, director de Cultura de Cuzco, tras el anuncio.
A ritmo de mariachis
La tercera propuesta latinoamericana que ha obtenido el reconocimiento de Unesco ha sido la música mariachi de México. El nombramiento ha sido celebrado con la irrupción de un grupo de mariachis en la sala de reuniones de la Unesco en Bali, donde se ha entonado 'El son de la negra', una de las melodías más emblemáticas de este género.
El secretario de Cultura de Jalisco, Alejandro Cravioto, ha señalado que "no hay ninguna expresión musical mexicana más difundida por el mundo, y esta universalidad tenía que verse reflejada en la lista de patrimonio inmaterial". Cravioto ha explicado que el mariachi acompaña todo el recorrido vital de los mexicanos ya que "está presente desde el bautizo hasta el entierro", y ha señalado que, junto con la comida, es el único elemento propio que los emigrantes se llevan siempre consigo.
Alegría en Lisboa
La última propuesta aprobada ha sido la del fado portugués, género musical habitualmente cantado por un solista acompañado por una guitarra portuguesa, que nació en los barrios humildes de Lisboa y que con la radio se extendió por todo Portugal. "Este es un momento de orgullo y alegría para Lisboa", ha indicado el alcalde de la capital lusa, Antonio Costa, quien ha brindado la distinción a "aquellos que se dedican al arte del fado: a los cantantes, a los poetas, a los músicos y a los compositores". Costa ha señalado asimismo que la decisión supone "una gran responsabilidad de promover y proteger el fado como una marca de la diversidad del patrimonio humano".
Durante la jornada han sido aprobadas ocho candidaturas más en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se trata de los cantos y juegos Becarac y la danza del silencio Nijemo Kolo del interior de Dalmacia, ambas de Croacia; el desfile de los reyes a caballo de la República Checa; y las prácticas culturales relacionadas con el balafon, un instrumento de percusión de madera empleado por las comunidades Senufo de Mali y Burkina Faso. También se ha reconocido la poesía oral espontánea Tsiattista acompañada por violín de Chipre; la equitación en la tradición francesa; el ritual de trasplante de arroz en Mibu y la danza sagrada Sada Shin Noh, las dos de Japón.
Todas ellas se añaden al teatro de sombras chinescas y el ritual de la edad de la ciudad belga de Lovaina, designadas ayer. Mañana se retomarán los debates sobre la incorporación de más propuestas en la lista entre las cuales están la festividad de 'La Mare de Déu de la Salut' de Algemesí y la fiesta de patios de Córdoba, ambas de España.