De reunión a manifestación, con parada en el Ministerio de Cultura
Nunca una maniobra de distracción había tenido tan poco éxito. En un intento por acercar posturas y templar los ánimos con los internautas después de la rebelión que ayer se montó en la Red, Ángeles González-Sinde citaba en el Ministerio de Cultura a primera hora de esta mañana a 16 representantes del ya famoso manifiesto. Pero Sinde llegó, vio y (no) venció. A los cinco minutos se marchaba y dejaba con la palabra virtual en la boca a los asistentes, que ya se habían encargado de retransmitir en directo vía Twitter la (no) reunión con la ministra.
Lejos de lograr su objetivo, González-Sinde se ha convertido en la «chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina», prendiendo aún más la mecha ya encendida en todos los rincones de la blogosfera. El resultado, insatisfactorio para todos los asistentes, ha provocado la convocatoria de un «encuentro popular» (tal y como los convocantes lo definen) previsto para mañana a las ocho de la tarde y cuyos detalles aparecen en el grupo de Facebook del manifiesto. En Madrid la cita será frente al Ministerio de Cultura. Esta concentración sería el paso previo para una gran manifestación que se celebrará el día 11, «con la intención de convocar a un millón de ciudadanos».
La voz de los presentes
Jesús Encinar, del portal idealista.com y uno de los que se sentaron a la mesa, aseguró que fueron convocados a dedo desde el Ministerio ayer por la tarde, si bien desconocían «de qué y con quién» iban a hablar. No obstante, Encinar descarta ser «representantes» de nadie. «No quiero erigirme en líder de nada ni de nadie. Simplemente me llamaron de un día para otro y acudí. Por su puesto, creemos que para cualquier reunión posterior debería convocarse a una representación más amplia de la Red», afirmó.
Los «gurús» allí convocados quisieron compartir los detalles de la reunión con todos los internautas, motivo por el cual publicaron en Twiiter cada una de las intervenciones «para que nadie se sintiera excluido». Dicha iniciativa fue puesta en conocimiento de la gente del Ministerio, «aunque no creemos que supieran bien qué es esto de Twitter», confesaron.
Encinar detalló que cada uno de los allí reunidos dispuso de «tres o cuatro minutos» para exponer sus argumentos, y fue la ministra de Cultura quien cerró turno esgrimiendo en cinco minutos su defensa de la ley. El motivo de la escueta intervención de Sinde fue la inauguración de la remodelación del Museo Nacional del Romanticismo. Los asistentes agradecieron el gesto «de cortesía» del Ministerio al convocarlos -«es de agradecer esta iniciativa, por lo menos se han dado cuenta de que el conflicto está ahí»-, aunque lamentaron que no haya habido «un diálogo» más productivo. «Nos han dicho que la ley continuará su proceso parlamentario», señalaron. Y quedaron a la espera de futuras convocatorias, según palabras de la propia ministra. «De momento, no hay fechas de nada», apuntaron.
Los no convocados
Sin embargo, hay una parte de la Red que insiste en que no se siente representada por los «voceros» que esta mañana han acudido al Ministerio. Es el caso de Hispalinux, que afirma que esta escenificación de diálogo es sólo «otro apaño para manipular y capitalizar esto. No sabemos para qué se han reunido, aunque no hemos echado de menos estar en esa reunión. Lo que está claro es que ellos no son los representantes adecuados, pues todo esto debe llevar un cauce legal, tal y como sucede en Estados Unidos».
Desde la organización que defiende el software libre en nuestro país alertan de la necesidad de que «esto no se convierta en una rabieta puntual que no tenga efectos esenciales en los derechos de los usuarios». En opinión de Hispalinux «esta batalla llega ya tarde y, aunque es la primera experiencia valiosa de conflicto social-digital, el anteproyecto ya está en marcha». Por último, desde Hispalinux insisten en que «la Red puede ser un elemento decisivo de cara a las próximas elecciones, por ello debe aprender a conocerse a sí misma».