La villa romana de San Pedro del Arroyo deja al descubierto nuevos hallazgos
Se cree que hubo un gran asentamiento y equiparan esta villa romana con La Olmeda
Cuando en el año 2005 comenzaron las obras de ampliación del cementerio de San Pedro del Arroyo (Ávila) aparecieron unos restos que dejaron al descubierto algo que permanecía oculto desde hacía mucho, mucho tiempo… Tanto como desde los siglos III-IV después de Cristo. Restos de muros, vasijas, conducciones, dependencias y, sobre todo, mosaicos, numerosos mosaicos, algunos en perfectas condiciones, que han llevado a los arqueólogos a asegurar que en esta zona se encuentra uno de los mayores tesoros de la provincia de Ávila.Lo mejor es que la villa romana de San Pedro del Arroyo continúa arrojando sorpresas. Hasta el punto de que el secreto mejor guardado de El Vergel, la finca de 15.000 hectáreas donde se encuentran estos restos, podría ser no solo una casa palaciega de un alto mandatario o un rico comerciante romano sino, incluso, toda una ciudad.
Lo que está claro, según los investigadores, es que se trata de un gran asentamiento de época romana que podría compararse, en importancia, con el yacimiento de La Olmeda (Palencia) y con el de Almenara-Puras (Valladolid). Así ha quedado demostrado en la novena fase de excavaciones que se ha llevado a cabo, en la que han quedado al descubierto nuevos mosaicos y más dependencias.
La Diputación de Ávila ha invertido hasta la fecha en torno a 400.000 euros en las diferentes campañas de excavaciones y tiene pendiente elaborar un plan director. Además, sigue a la espera de recibir apoyo de la Junta, a la que lleva años dirigiéndose para solicitar ayuda económica que dé a este yacimiento la importancia que se merece.
La particularidad de los trabajos que se desarrollan es que no son visitables y tampoco están al descubierto. El máximo cuidado con el que se trabaja hace que los arqueólogos, dirigidos por Rosalía Serrano, del Estudio de Arqueología Foramen, intervengan, excaven, descubran, estudien, limpien, consoliden y vuelvan a tapar con el mayor de los cuidados y las mejores condiciones de conservación.
Los resultados de la novena fase de excavaciones en El Vergel, realizada este año, han sido muy positivos, pues se ha demostrado que la villa continúa en su extremo meridional, algo que hasta el momento no se había constatado. En concreto, se ha localizado un pasillo o corredor al que se abren varias dependencias y que parece encontrar su límite en el espacio funerario de época visigoda y medieval que aquí también se halló en anteriores campañas. También, se han encontrado desagües o canalizaciones relacionadas con el área occidental de la vivienda y se ha continuado exhumando el área de inhumaciones.
En esta ocasión, también ha quedado al descubierto un nuevo mosaico figurado, del que apenas se conserva la mitad, aunque puede distinguirse en él una cabeza de un león en situación de parada, mientras que las demás teselas recrean motivos geométricos muy bien conservados. Desde que la Diputación adquiriera El Vergel, por 24.000 euros, se han excavado unos 2.000 metros cuadrados que han ido sacando a la luz una gran mansión en la que se distinguen, entre otras dependencias, un patio central, dos pasillos de 15 metros de largo, una decena de mosaicos y hasta nueve habitaciones, una de las cuales conserva un espectacular mosaico de unos 100 metros cuadrados que representa el mito de Meleagro.
En las demás salas sobresale una decoración geométrica con motivos de sogueados, entrelazados que forman esvásticas y motivos florales, y ajedrezados realizados con teselas de color rosa, blanco, rojo y negro. También, los trabajos que se realizan en la zona colindante al cementerio de San Pedro del Arroyo han permitido descubrir enterramientos visigodos y de la Alta Edad Media.
Entre las escenas mitológicas, destaca el del mito de Meleagro y el jabalí Calidón, uno de los primeros mosaicos que apareció. Representa al animal acuciado por dos perros y que se abalanza sobre Meleagro, mientras este se prepara para asestarle el golpe mortal. Delante del héroe, aparece la cazadora Atalanta y, a la derecha de la composición, en un plano secundario, dos figuras que podrían representar a la diosa Diana, con un arco cruzado a la espalda, y un Cupido. A los pies del animal, se distingue una lanza caída del héroe, a cuya espalda se encuentran dos compañeros de caza –quizás Cástor y Pólux-, mientras que delante de Meleagro aparece Atalanta, con su arco cruzado a la espalda y acompañada por una figura infantil. Esta escena de la mitología está encuadrada por una cenefa de unos 30 centímetros de ancho y en las esquinas se encuentran unas cráteras que expanden roleos vegetales, entre cuyas volutas están representados pequeños animales, a la vez que cuatro pavos reales ejercen de línea divisoria.
¿Cómo se sabe todo eso? Pues, porque el mosaico es tan espectacular y está realizado con tanto detalle que hasta cuenta con una leyenda aclaratoria que especifica el mito al que hace alusión (Storia Meleagri), toda una joya de unos cien metros cuadrados y que ocuparía la estancia principal de la residencia. El de Meleagro es, sin duda, el más espectacular de los mosaicos encontrados, aunque los tesoros desenterrados en El Vergel dan idea de la categoría de los propietarios de la villa, pues era todo un lujo solar las viviendas de esta forma. Puede, incluso, que los mosaicos de los suelos estuvieran acompañados por pinturas murales en las paredes de las habitaciones.
Sin embargo, aún queda mucho por descubrir, como por qué se abandonó la vivienda. Los trabajos han permitido conocer que estas dependencias tuvieron ‘okupas’, ya que en uno de los mosaicos descubiertos se aprecia el ennegrecimiento ocasionado por una hoguera, aunque los expertos sospechan que se debió, fundamentalmente, a la inestabilidad política y social ocasionada por la llegada de los bárbaros a la Península. En marzo del año 2007, la entonces consejera de Cultura, Silvia Clemente, visitó el yacimiento y comprometió el apoyo del Gobierno regional al proyecto de consolidación y musealización y puesta en valor de la villa romana, con una inversión de “tres o cuatro millones de euros” para acometer un “proyecto global” en colaboración con la Diputación que permitiera “dinamizar turísticamente la comarca”. Sin embargo, la villa romana de San Pedro del Arroyo sigue esperando. Asegura Rosalía Serrano que El Vergel es “un yacimiento único”, por sus características, pues en él se puede observar cómo la dominación romana adquiere, al final del Imperio, unas nuevas formas de vida y de explotación del entorno. En este aspecto, la villa de San Pedro resulta un caso paradigmático que merece la pena continuar investigando.