Los Príncipes de Asturias en la presentación de la Fundación Príncipe de Girona
El Príncipe de Asturias y de Gerona manifestó ayer su «deseo, firme y permanente —hoy como Heredero de la Corona— de adaptar, de adecuar la Institución a los tiempos que vivimos en cada momento». Don Felipe, que presentó en Barcelona la Fundación Príncipe de Girona, agregó que una forma de adaptarse a los nuevos tiempos es impulsar un proyecto como el de esta fundación, «que une nuestra historia con el futuro, que engarza nuestra tradición a un espíritu de vanguardia y de progreso».
Los Príncipes presentaron la Fundación en la magnífica sala oval del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), un acto en el que Don Felipe reiteró su «compromiso personal inalterable y sin matices» con el conjunto de los españoles. «Una tarea —dijo— a la que dedico mi vida y que forma parte de mis deberes y convicciones, especialmente tras mi juramento de la Constitución hace 25 años al cumplir la mayoría de edad».
En su discurso —precedido por las intervenciones del ministro de Educación, Ángel Gabilondo; del presidente de la Generalitat, Artur Mas y del alcalde de Barcelona, Xavier Trias—, Don Felipe señaló que la Fundación Príncipe de Girona, que tiene como principal finalidad la promoción y la formación de los jóvenes y atender los problemas sociales, es «una fundación joven, pero contamos con valiosas alianzas y una ambición honesta y transparente».
El Heredero de la Corona agregó que «los momentos actuales son tiempos para el compromiso; la sociedad no ha de quedarse indiferente frente a los problemas que nos afectan». Por eso, añadió, «además de nuestras obligaciones, creemos que debemos asumir mayores responsabilidades para con los demás, aportando nuestro esfuerzo, talento e imaginación al interés común sin esperar mayor reconocimiento que la propia satisfacción de contribuir —en este caso— a mejorar la vida y las expectativas de nuestros jóvenes».Don Felipe afirmó que la Fundación Príncipe de Girona tiene como objetivo prioritario la juventud y a ella se dirigió, para inculcar un espíritu emprendedor, citando como ejemplo al recientemente fallecido fundador de Apple, Steve Jobs. «Decía Jobs que no hay que rendirse nunca ni conformarse; que no debemos permitir que nadie ahogue nuestros sueños…»
El Príncipe, que recordó la Barcelona olímpica y demostró su «amor profundo» por la lengua catalana utilizándola en la mitad de su discurso, subrayó que en estos momentos, «en los que debemos afrontar una profunda crisis económica y adaptar, al mismo tiempo, tanto nuestro sistema productivo, como muchos de nuestros hábitos y comportamientos a los avances tecnológicos y científicos, debemos ver en cada uno de estos problemas un reto formidable». «Si creemos en nuestro futuro es la hora de la mayor responsabilidad», apostilló.La insondable crisis económica actual fue también abordada en los discursos del resto de autoridades, en los que se lamentó el «acuciante paro juvenil» (Gabilondo) que lastra a las nuevas generaciones, y se apostó por la formación y educación de calidad como uno de las requisitos necesarios para asegurar un futuro próspero. «No vamos bien y hay que pasar a la acción», sentenció a su vez el presidente Artur Mas.
