La Policía italiana embarga 20 obras maestras al fundador de Parmalat
El embargo de obras de arte parece estar de moda. Tras la reciente noticia en la que informábamos de que en la última edición de Art Basel Miami agentes federales estadounidenses habían confiscado varias pinturas pertenecientes a la galería suiza Gmurzynska, ahora, la Policía Fiscal italiana ha comunicado que, siguiendo órdenes judiciales, se ha hecho cargo de varias obras de Van Gogh, Picasso, Cézanne y otros maestros contemporáneos, en una ofensiva legal contra las propiedades ocultas de Calisto Tanzi, empresario fundador de la ya desaparecida empresa láctea Parmalat.
Las autoridades italianas estiman que las 19 obras de arte embargadas, que se encontraban guardadas en diversos desvanes y sótanos, cuentan con una valoración oficial cercana a los 100 millones de euros. El fiscal general de Parma, Gerardo Laguardia, dijo que basándose en conversaciones telefónicas grabadas, los funcionarios judiciales tenían pruebas fehacientes de que al menos una de las pinturas ocultas por Tanzi estaba a punto de ser vendida.
"Tuvimos suerte. Nos enteramos de que había unas negociaciones en curso para vender uno de los cuadros y fue cuando intervinimos en tres apartamentos de la zona de Parma”, declaró Laguardia en una entrevista a una cadena de televisión italiana.
Investigaciones judiciales en marcha
También el coronel fiscal de la policía de Bolonia declaró a los medios que según sus informaciones creían que el lote completo de pinturas, acuarelas y dibujos iba a ser vendido y que el posible comprador era un ciudadano ruso, posiblemente afincado en Italia. Oficialmente, no hubo arrestos, pero sí comunicaron la incautación de los cuadros, así como la apertura de una investigación sobre presunta ocultación de bienes en el pasado caso de quiebra del grupo Parmalat.
Parmalat, el conglomerado de lácteos conocido por su novedosa propuesta de leche de larga duración, creció espectacularmente, pasando de ser un distribuidor de pequeños productores lecheros de la zona de Parma a una gran sociedad anónima diversificada, una de las principales multinacionales de la alimentación en los 90, pero que en 2003 se derrumbó con una deuda acumulada de 14.000 millones de euros, ocho veces más del valor reconocido de la empresa, en su momento considerada como la mayor quiebra empresarial europea, con cerca de 40.000 pequeños inversores afectados por el hundimiento.
Los tribunales italianos ya habían dictaminado que Calisto Tanzi, su fundador, llevaba la peor parte de la responsabilidad en la sonada quiebra y al pasado año fue condenado por un tribunal de Milán como culpable de estafa y otros múltiples cargos por quiebra fraudulenta.
Un tesoro oculto
Pero años después de la caída del holding, se seguía rumoreando que Tanzi, a pesar de las acusaciones judiciales, tenía un "importante tesoro escondido" en algún lugar, hasta el punto de que el pasado 29 de noviembre, un programa de televisión italiano afirmó, con datos concretos, que había escondido una colección de obras de arte para tratar de resguardarse de los efectos del colapso de Parmalat.
Entre las obras maestras incautadas a Tanci se encuentran nada menos que dos Van Gogh, un dibujo a lápiz sobre papel de una bailarina de Degas, una acuarela de Cézanne y un dibujo también a lápiz de Modigliani.
